El Sevilla no gana para disgustos. Y el último le ha llegado desde el Comité de Competición, ignorando las alegaciones del club andaluz en cuanto a la segunda amarilla que vio Pape Gueye en el Metropolitano, en una acción donde despeja la pelota a rasa de hierba y posteriormente sufre un encontronazo con Mario Hermoso. Cuadra Fernández le mostró la segunda amarilla por «juego temerario». En Nervión entendían que el colegiado se había equivocado juzgando la acción en directo, aunque para su sorpresa y decepción, ahora ha sido Competición quien ha ratificado la sanción al mediocentro.
«Creemos que el acta no recoge la realidad y mañana (por hoy) tendremos el fallo. Ojalá acepten nuestros argumentos y se anule la tarjeta porque el jugador toca el balón y luego no puede desaparecer. Es una acción que en el campo a lo mejor al árbitro le puede parecer una cosa, pero no tiene nada que ver con lo que dice el acta», recalcaba Monchi en la entrevista que concedía anoche a los medios oficiales, esperanzado con la posibilidad de contar con un futbolista necesario de cara a la final del domingo ante el Almería en el Sánchez-Pizjuán.
Porque el Sevilla deberá competir sin ninguno de los pivotes físicos que tiene en la plantilla. Fernando cumplirá su segundo partido de sanción (de los cuatro a los que fue sancionado), mientras Gueye se caerá de la lista por la doble amarilla vista ante el Atlético de Madrid. Una de las pocas soluciones es la de adelantar a Nemanja Gudelj al centro del campo, dejando la defensa más despoblada (cerrando con cuatro) o metiendo a Alex Telles como tercer central. Recuperará a Loïc Badé para ese encuentro. De todos modos, el entrenador insiste en que el buen funcionamiento colectivo puede con ausencias en posiciones específicas. Se la jugará ante el Almería. Y, encima, sin sus dos mejores mediocentros.