El Almería es el peor equipo visitante de la máxima categoría de nuestro fútbol, tan duro como real. Todos los equipos de la Primera división han conseguido obtener como mínimo (caso del Elche) una victoria lejos de su feudo. El Almería, todavía no.
Son 12 jornadas a domicilio en las que el equipo de Rubi ha logrado rascar únicamente tres empates, números claramente en dinámica de descenso si nada cambia en los siete partidos que les restan a los andaluces fuera de casa. Los grandes resultados en el Power Horse Stadium en la primera vuelta, que ahora parecen resistirse, son los que han mantenido vivo al Almería en la lucha por la permanencia.
En la última década, sólo Sevilla (2016) y Granada (2017) terminaron la temporada sin victorias como visitante, condenando al conjunto nazarí a Segunda división, mientras el Sevilla conseguía un sorprendente séptimo puesto gracias a los resultados en casa.
También hay precedentes de clubes en estos últimos diez años que han mantenido la categoría con tan sólo una victoria a domicilio. Hasta catorce equipos lograron una triste victoria lejos de casa, consiguiendo seis de ellos (Espanyol, Getafe, Betis, Deportivo, Las Palmas y Sevilla) la permanencia en la élite del fútbol.
Por lo tanto, todo indica que, al menos y siendo optimistas, los almerienses necesitarán ganar como mínimo una vez lejos de casa. Esto hará que sigan dependiendo en grandísima parte de los resultados como local, donde les quedan partidos de una relevancia absoluta contra rivales directos como Valencia, Mallorca, Elche o Valladolid.
A los de Rubi le quedarían sacar un total de cinco victorias para conseguir los 41 puntos con los que se prevé que un equipo puede salvarse esta temporada, tal y como está la clasificación. La gran tarea pendiente del Almería en esta campaña es conseguir esa victoria fuera de casa que le acerque al objetivo de la salvación, sino esta situación, muy probablemente, condenará a los rojiblancos a final de temporada. Este domingo en Balaídos, tienen la primera oportunidad de las siete que les restan.