El pasado sábado, en el amistoso frente al Eintracht Braunschweig con el que cerraba su estancia de 11 días en Alemania, saltaron todas las alarmas en el Betis. Una mala caída tras una entrada a destiempo de un rival dejó a Luiz Henrique muy dolorido de su hombro izquierdo. Las pruebas médicas posteriores tranquilizaron al cuerpo técnico, confirmando que el futbolista sufría un esguince acromioclavicular, afortunadamente, en un grado bajo.
Tanto fue así que Pellegrini, junto a los servicios médicos del club verdiblanco, decidió que el extremo brasileño viajara esta semana con el grupo a la segunda concentración de pretemporada, en St. George’s Park, Inglaterra, a sabiendas de que no podría participar en ninguno de los dos amistosos programados ni ejercitarse con el grupo. Eso sí, el futbolista podría llevar a cabo un trabajo individualizado sobre el césped con los readaptadores.
Trabajo en solitario en St. George’s Park
Luiz Henrique se ha ejercitado con intensidad estos días en la casa de la Federación Inglesa de Fútbol, pero evitando todo tipo de contacto para no sufrir recaídas ni poner en riesgo su hombro izquierdo. El objetivo es que esté listo para el estreno liguero de mediados de agosto frente al Villarreal o, si la evolución l opermite, que pueda incluso participar en alguno de los amistosos de la gira por México y Estados Unidos.
El club verdiblanco ha compartido imágenes en las que muestra cómo están siendo este trabajo personalizado del brasileño, quien tras regresar a Sevilla hace seis días con el brazo en cabestrillo, ha evolucionado considerablemente y ya se ejercita con bastante soltura sobre el terreno de juego sin que aparentemente su hombro le incomode. Una buena noticia para Pellegrini, que espera que el próximo curso sea el de la explosión de Luiz Henrique tras un primer curso de adaptación al que llegó sin vacaciones.