Vinicius sufre una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha, según confirmó este lunes el Real Madrid. Se confirman pues las malas noticias para el jugador brasileño, que será baja durante un periodo aproximado de seis semanas. La previsión de los servicios médicos es que el 7 pueda reaparecer en el partido de Liga ante Osasuna, que se jugará el 7 u 8 de octubre, aunque no se descarta que se puedan acortar los plazos en el caso de un futbolista que, hasta ahora, no había sufrido ninguna lesión de carácter muscular.
Vinicius sintió molestias en la parte posterior del muslo derecho tras una galopada cuando apenas transcurría el minuto 11 de partido. Inicialmente, y después de una primera toma de contacto con los médicos y de comentarles lo que había sentido, al brasileño se le aplicó en la banda un aparatoso vendaje para fijar la zona y volvió a entrar al campo. Sin embargo, apenas unos instantes después se echó definitivamente al suelo y pidió el cambio.
El hecho de que Vinicius volviese a entrar al campo y la exploración posterior de los médicos ya más reposada en el vestuario invitó al optimismo sobre la importancia de la lesión sufrida por el jugador. A la espera de la resonancia, la sensación era que el brasileño estaría disponible tras el parón de selecciones, que en tres semanas estaría en perfectas condiciones para volver a estar a las órdenes de Ancelotti. O lo que es lo mismo, que sólo se perdería un partido con el Real Madrid, el del sábado ante el Getafe.
Es el tercer contratiempo físico que Vinicius sufre con el Real Madrid, la primera muscular. En su primera temporada de blanco, y cuando Solari ya había apostado definitivamente por él como titular, sufrió la que hasta ahora ha sido su lesión más importante: una rotura de ligamentos de la articulación tibioperonea de la pierna derecha que se produjo el 5 de marzo de 2019 ante el Ajax en Champions y que le tuvo dos meses fuera de combate.
Después de aquella lesión, Vinicius estuvo tres temporadas consecutivas (19-20, 20-21 y 21-22) sin acusar ningún problema físico. Fue indestructible durante mucho tiempo y lo jugó prácticamente todo. De hecho, disputó 139 partidos de 159 (87%) en ese periodo de tiempo y sus ausencias fueron por decisión técnica o por sanción.
La pasada temporada rompió esta racha sin contratiempos físicos y tuvo que parar apenas 13 días por una inflamación en la rodilla a mediados de mayo y por la que sólo se perdió dos partidos (Rayo y Sevilla). Una molestia que se produjo tras el incidente racista de Mestalla y que también se utilizó de alguna manera para protegerlo y alejarlo de toda la enorme polémica que se generó. Ahora ha ingresado en la enfermería a las primeras de cambio tras la lesión muscular de Vigo, ahondando en el problema con las lesiones que está sufriendo el Real Madrid en este comienzo de temporada tras las bajas de Ceballos, Güler, Mendy, Militao y Courtois, estas dos últimas de larga duración.
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