Dos meses sin ganar es mucho tiempo en una Liga como la española y para un equipo como el Cádiz. También lo es para un conjunto como el Getafe que llegaba con seis partidos sin lograr una victoria, situación que permitía colgar al encuentro un cartel de «mortal de necesidad» para salir de la parte baja de la tabla y en el que un sinfín de preocupaciones y miedos no tardarían en aparecer.
El Cádiz llegaba al encuentro con muchas bajas y también como uno de los equipos europeos con mayor número de expulsiones (4) en lo que llevamos de temporada, circunstancias que siempre le habían complicado mucho la vida. Con la expulsión de Djené el Cádiz encontró, por primera vez, una situación inédita que no supo aprovechar a pesar de jugar durante toda la segunda parte con un hombre más y en la que fue superado por el Getafe y un planteamiento, el de Bordalás, que dejó las carencias amarillas tan al descubierto que ni tan siquiera tiró entre los tres palos en toda la segunda mitad del partido.
Los problemas del Cádiz van mucho más allá de una racha de resultados de dos meses sin ganar o de 3 puntos sobre 24 posibles. Tiene que ver con una falta de recursos y efectivos que mantienen al equipo sumido en una crisis de juego, resultados e identidad impropia desde que Sergio se sentó en el banquillo. Tres bajas por sanción, otras tres por lesión más la de Meré en el calentamiento, no deberían ser la causa principal del mal juego del equipo últimamente. Están en un bache claro de mal juego y falta de confianza que es preocupante y a la que hay que buscar soluciones de manera rápida. El último partido que el Cádiz ganó fue ante un Villarreal que se quedó con diez en la primera parte (expulsión de Pedraza) pero no pudo hacer lo mismo que este mes pasado hicieron Valencia y Girona cuando los amarillos sufrieron sendas expulsiones.
A día de hoy son muchas la situaciones que hay que cambiar, muchos ánimos que levantar y mucho por trabajar, como reconoció un crítico Ledesma tras el partido: «Disputado sí, haberlo dado todo, obvio que no, teníamos que haber dado mucho más para ganar el partido. Yo creo que en el segundo tiempo no estuvimos a la altura, tengo que ser autocrítico«.
«Estamos en un punto que tenemos que ser un grupo más fuerte, más unido, es una racha, hay que arroparse para seguir adelante como el Cádiz sabe hacerlo. Nos faltó leer un poco mejor el partido, tener carácter, autoridad, estamos en ese momento en el que no te sale ninguna, esto es fútbol, tenemos un partido importante dentro de veinte días ante el Madrid, hay que enfocarse, trabajar, agachar la cabeza y seguir«.