La transformación del Iñaki Williams más completo: «Cuando llegue la Copa de África ya nos acuchillaremos»

Iñaki Williams está que se sale. Ante el Girona volvió a marcar para rescatar un punto a su equipo. A nivel goleador, lleva seis en 14 jornadas, su mejor dato a estas alturas en las últimas temporadas. Cuenta con una precisión en el tiro del 56% y está anotando a un ritmo de un gol cada 206 minutos. Es el resumen de un ataque basado en una velocidad y verticalidad decisivas.

En cualquier caso, esto es algo que ya deja de sorprender. Desde finales de la temporada pasada su rendimiento no ha hecho más que crecer. Y todo desde que Ernesto Valverde lo ha trasladado definitivamente al lado derecho del ataque. El técnico vasco lo vio claro en los meses finales de la 2022-23: «La banda no es nueva para él, aunque está más lejos de la portería. Se ve con menos obligaciones en las disputas en el juego en largo y en el costado tiene más espacio para su carrera, que es muy poderosa».

Se ve con menos obligaciones en las disputas en el juego en largo y en el costado tiene más espacio para su carrera, que es muy poderosa

Ernesto Valverde, técnico del Athletic

Con la llegada de Guruzeta, Valverde alternó a Williams entre la delantera y el extremo, pero hubo un momento en el que Iñaki hizo ‘click’. Esa menor obligación a los duelos le ha permitido centrarse más en explotar esas grandes cualidades. Y encontrar el gol a pesar de que, llegando desde la derecha, tiende a rematar más desde esa zona.

Lo más llamativo en su finalización es que no está necesitando ajustar demasiado sus disparos para anotar. Simplemente está sabiendo elegir el momento exacto para dirigir su tiro. Su xG por tiro de 0,12 nos sugiere esto.

Además, Iñaki ha encontrado en Sancet su socio perfecto. Ante el Girona, le filtró un gran balón que luego resolvió de maravilla. Es la segunda asistencia que recibe de él y, en total, son ya 10 remates de sus 39 que han provenido de sus pases.

¿Cómo ha cambiado Iñaki?

Veamos cómo este cambio de posición ha modificado su estilo de juego, creando un nuevo futbolista. Los perfiles de Smarterscout desglosan partes del juego de un jugador en diferentes métricas de rendimiento, habilidad y estilo y luego dan puntuaciones basadas en la frecuencia con la que realizan una acción determinada o en la eficacia con la que se comparan con otros que juegan en su posición, produciendo una calificación entre cero y 99.

Como se podía suponer, el Williams delantero de la pasada campaña presenta diferencias con el Williams extremo derecho. Pero hay cosas llamativas. El hecho de jugar en banda, por ejemplo, y en contraposición a lo que se podría pensar, le otorgó una mayor recepción de balones en el área rival, demostrando su capacidad para situarse en posiciones de gol. Además, aumentó considerablemente su rendimiento ofensivo en la creación de tiros.

Pero no sólo destacó con balón. Williams exhibió su destreza tanto en ataque como en defensa. Su impacto defensivo, que responde a su habilidad para evitar el avance del rival mediante acciones como presiones o entradas (aunque rara vez va al suelo), no sólo mejoró, sino que estuvo entre los mejores de su posición. Esto demuestra su compromiso con la retaguardia y su contribución a los esfuerzos de su equipo.

Su buen final de temporada desde ese costado derecho se merecía la confianza del míster, que ya casi no lo ha movido de ahí. En cambio, Williams ha seguido con esa transformación. El número de conducciones y regates ha disminuido incluso por debajo de la media, pero ahora es más decisivo en la finalización. Su volumen de tiros ha aumentado así como su rendimiento general, que se encuentra entre los mejores de LaLiga con un valor de 95.

Además, aunque su impacto defensivo es algo menor, se mantiene muy por encima de la media (74) y ha aprendido a aportar un nuevo valor defensivo: su capacidad para recuperar e interceptar balones (96).

Y hay otro aspecto que los datos no pueden medir: la confianza. El ver que están saliendo las cosas le quita presión, aumenta su autoestima y asume el liderazgo. Se siente importante. Y una mentalidad positiva sólo puede traer cosas positivas. Además, con 29 años, ya está en una edad donde la experiencia es un grado.

Su equipo y su afición lo está disfrutando como nunca. El problema estará a partir de enero, cuando se vaya a la Copa de África con Ghana. Pero Valverde prefiere disfrutar del momento: «Cuando llegue ya nos empezaremos a acuchillar».

Por lo tanto, aunque lógicamente aún hay aspectos en los que puede seguir mejorando, como que de vez en cuando comete faltas innecesarias, Williams está demostrando una capacidad para marcar goles, crear ocasiones y contribuir a la estructura defensiva del equipo que le han convertido en un activo aún más valioso para el Athletic de lo que ya era.