Raúl se encuentra en un laberinto de difícil salida en el Real Madrid. El técnico, en su quinta temporada al frente del Castilla, deshoja la margarita de su futuro con la sensación hace tiempo de que ha llegado el momento de hacer las maletas. Su presencia en el escaparate del mercado veraniego (se le vinculó al Getafe) y el amago de marcharse al Villarreal en septiembre fueron dos pistas de ello. Raúl ya trabaja en su salida de Valdebebas a la espera de encontrar un proyecto que le llene para seguir dando pasos en su carrera como entrenador.
La etapa en el Madrid parece tocar a su fin ‘atrapado’ por tres nombres. El primero, el de Ancelotti. Su renovación por dos temporadas es un portazo en toda regla para Raúl, que lleva años peleando con paciencia su candidatura a suceder al italiano. Su posición al frente del Castilla (con una gran labor que rozó la guinda del ascenso la pasada temporada) y los plazos parecían cuadrar para un relevo natural que lo catapultaría a su gran sueño de dirigir al primer equipo.
Raúl es Real Madrid y es donde me siento bien, feliz y donde creo que hago feliz a la gente
Lo podía haber hecho como sustituto del italiano en caso de emergencia por una destitución o de forma menos traumática como el sucesor al término de su contrato, en busca de un cambio en el banquillo y de dar vuelo a un Raúl ya forjado y moldeado como técnico tras cinco años en el Castilla. Pero ni una ni otra situación se ha producido y la sensación es que no hay plan con Raúl en el Real Madrid al frente del primer equipo. El club está encantado con su trabajo en el filial y no va a forzar su salida, pero que haga ‘cumbre’ es otra historia.
Curiosamente, la renovación de Ancelotti deja un sabor agridulce en Raúl. Por un lado, se le cierra la puerta del primer equipo, pero por otro puede seguir trabajando con un amigo. Porque Raúl y Carletto tiene un ‘feeling’ especial que ha hecho que el técnico del Castilla sea prácticamente uno más del cuerpo técnico del italiano, asistiendo a las reuniones y teniendo mucho peso sus opiniones en lo que respecta a las decisiones que se toman sobre los canteranos que dirige. La sintonía entre ambos es total en el día a día, más allá de todo lo demás. Pero el caso es que Ancelotti no ha dado ni un síntoma de debilidad y se hecho fuerte en el cargo, algo que pocos podían imaginar cuando regresó al Madrid en 2021 con la sensación de que era un entrenador de transición en lo que el club encontraba otro con el que mirar más a largo plazo.
Solari, una figura fuerte en el club
El segundo nombre que aparece en el camino de Raúl es el de Santiago Solari. Mucho se ha hablado de la candidatura del ex capitán blanco a sustituir a Ancelotti en el caso de una destitución del italiano, pero en ese caso el nombre del argentino sería un ‘rival inesperado’. Es decir, no estaría tan claro que, llegado el caso, fuese Raúl el elegido para coger las riendas del primer equipo porque la figura de Solari está muy presente. El argentino, que ya se hizo cargo del equipo en esa situación en la temporada 18-19, sustituyendo a Lopetegui, regresó a la Casa Blanca en octubre de 2022. Lo hizo en calidad de director de Valdebebas tras su última experiencia en los banquillos como entrenador del América de México.
Solari siempre ha sido considerado como un hombre de club y preparado al máximo para cualquier puesto. Su andadura como técnico la empezó en el cadete B del Real Madrid en la 13-14. Cadete A, Juvenil B, Juvenil A y Castilla fueron sus siguientes pasos en La Fábrica antes de hacerse cargo del primer banquillo blanco. Un hombre muy bien valorado por el club y en particular por Florentino Pérez, lo que avalaría esa candidatura al primer equipo en caso de necesidad.
Arbeloa, una proyección imparable
El último nombre que provoca que Raúl esté en una especie de callejón sin salida en el Madrid es el de Arbeloa. En su caso no es por una candidatura inmediata al banquillo del primer equipo, pero sí al del Castilla. Está empujando muy fuerte desde el Juvenil A y está pidiendo a gritos sitio en el primer filial blanco para seguir con su espectacular proyección.
Arbeloa es uno de los grandes nombres en La Fábrica y el club sabe que Raúl ejerce de ‘tapón’. Hasta ahora nadie apretaba al ex capitán blanco, pero la irrupción de Arbeloa tras su histórico triplete con el Juvenil A la pasada temporada ha cambiado el escenario de forma radical.
Si ya el pasado verano se esperaba una sucesión en el trono del filial, para el próximo va a ser casi inevitable que se produzca. Por muchos motivos: por la sensación de que Raúl ha cumplido un ciclo, porque la ascensión de Arbeloa parece imparable (ya fue el elegido cuando parecía que Raúl se iba al Villarreal) y porque lo normal sería que fuese Arbeloa el que liderase a toda la brillante generación de ‘juveniles de oro’ que explotaron bajo sus órdenes y que serán mayoría en el Castilla la próxima temporada.