Han pasado cuatro meses desde que Eden Hazard anunció su retirada, siete desde que el Real Madrid despidiera al futbolista en sus redes sociales tras vencer su contrato. Desde entonces ha mantenido su residencia en Madrid y desde donde ha dado una entrevista para L’Equipe donde ha hablado con una franqueza y una sinceridad sorprendente de su carrera y también de su paso por el club blanco.
No soy yo. Es el club que es un poco fanfarrón, y yo no soy así. Incluso la forma de jugar no me gustaba, si la comparas con otros clubes. Pero era mi sueño. No podía terminar mi carrera sin venir aquí
Un club fanfarrón, pero el más grande
«Ahora es fácil decirlo. Desde pequeño he sido fan de Zidane. Estaba Zidane, así que me encantaba el Real Madrid. El Bernabéu, la camiseta blanca… tiene un encanto que los demás no tienen. El Real Madrid es especial», empieza respondiendo Eden Hazard a la pregunta del periodista de si le convenía fichar por el Real Madrid. Aunque no se queda ahí y entra a calificar el club que él mismo admite que no le convenía, pero terminó aceptando porque lo veía todo un sueño: «No soy yo. Es el club que es un poco fanfarrón, y yo no soy así. Incluso la forma de jugar no me gustaba, si la comparas con otros clubes. Pero era mi sueño. No podía terminar mi carrera sin venir aquí«.
El Real Madrid siempre tiene la exigencia de pelear por todos los títulos que disputa y eso Hazard era consciente y lo sentía por eso trató de darle la vuelta a su situación: «Esto demuestra que el Madrid es más grande que cualquier otra cosa. Es complicado jugar allí», empieza diciendo sobre su exequipo. «Quizá necesitaba entrenar más. También tuve las lesiones equivocadas en los momentos equivocados. La operación, la placa, el encierro. Vuelvo, me duele, me fuerzo. En la segunda temporada, me tiraba pedos por todas partes. Llega Ancelotti. Buena preparación, juego bien. Pero mi cuerpo, el dolor, las lesiones…», termina describiendo el propio jugador por el calvario que tuvo que pasar.
Hazard se disculpa al madridismo
Todo ello con unas lesiones que siempre le han lastrado en su etapa como madridista: «Perdí mi sitio, luego mi confianza, luego mis ganas. Pasé de ser duro contra tipos que me arrancaban la rodilla a levantarme de la cama, lesionado. Me hubiera gustado entender por qué, pero no podía», reconoce. «La gente lucha cada día, y no tengo derecho a quejarme, ni siquiera cuando no jugaba, ni siquiera cuando estaba lesionado, diciendo «la vida es una mierda». Yo no podía hacer eso. Me dolía, pero por otro lado…» empieza diciendo sobre el principio de sus lesiones.
Me siento un poco como si les hubiera defraudado. Tengo ganas de decirles: «Eh, no es culpa mía, mi cuerpo me ha fallado. Lo intenté, pero no funcionó. Lo siento
Aunque terminó cediendo: «Al final, usé eso como excusa, «me duele, no puedo hacerlo». No estaba deprimido, pero ya no tenía ganas. Simplemente no tenía ni la energía ni la fuerza. El placer era mi camino, mi dirección. No tenía sentido, se había acabado». Es por eso que el propio jugador se quiere disculpar por fallar las expectativas del madridismo: «Me sentí triste por los aficionados del Real y decepcionado por ellos. Cuando llegué, estaban llenos de esperanza. Me siento un poco como si les hubiera defraudado. Tengo ganas de decirles: «Eh, no es culpa mía, mi cuerpo me ha fallado. Lo intenté, pero no funcionó. Lo siento«, concluye.
No iba a McDonald’s todos los días, sino no duras dieciséis años como profesional
La alimentación de Hazard
Otro de los aspectos por los que se le criticaba al futbolista era su alimentación, de la que también ha querido hablar: «No voy a decir que estaba abusando de ello. No estaba prestando atención. Pero no iba a McDonald’s todos los días, sino no duras dieciséis años como profesional«. Una idea con la que continua y le sigue quitando hierro: «No le di ninguna importancia. Soy un bon vivant, me gusta comer, con amigos, tomamos una copa. Me pasó el día antes de un partido, comiendo en casa, bebiendo una botellita, tachuela». Todo ello justo antes de decir que «la dietética apesta, es inútil», aunque matiza: «Bueno, está bien si quieres jugar hasta los 40. Sabía que ese no sería mi caso«.
Unas palabras que posteriormente ejemplifica con el momento en el que llegó al Real Madrid con 5 kilos de sobrepeso y admite que no fue un error: «Con el Chelsea acabé de terminar una temporada increíble, una de las mejores de mi carrera. Me dije: «Ahora que estoy en el Real, estas son quizás las últimas vacaciones en las que podré…» Y me dejé llevar como me dejo cada verano». Y no lo deja ahí: «Siete años en Inglaterra, sin descanso en Navidad, dándolo todo, para que cuando tenga tres o cuatro semanas de vacaciones, «no me molestes», barbacoas, rosado, todo eso«.