El Sevilla ha necesitado agarrarse a los jugadores con mayor compromiso para salir de la situación en la que aún anda inmerso. Futbolistas a los que no les importe sacrificar el brillo personal por el bien del equipo, intuyendo que por momentos están en el punto de vista del aficionado al no poder desempeñar perfectamente la función que le han encomendado. El máximo exponente en el equipo es Lucas Ocampos. Compromiso y rendimiento a raudales del argentino, quien ha jugado en hasta cinco posiciones distintas esta temporada, cuatro de ellas con Quique en el banquillo, sin que ninguna sea para la que lleva trabajando toda su carrera. Es decir, está a disposición del entrenador para lo que el equipo necesite y él se lo premia con una confianza fuera de dudas.
Los datos de su rendimiento están fuera de toda duda: es el jugador con más minutos disputados esta temporada (2.954) con el Sevilla. En 37 partidos suma cinco goles y tres asistencias. Y siempre que ha estado a disposición del entrenador madrileño ha partido como titular. El próximo domingo, en Las Palmas, se le espera como carrilero izquierdo por la ausencia por amarillas de su compatriota Marcos Acuña. Otra vez debe mover su posición (jugó en Getafe por la derecha) para cubrir una necesidad del equipo. La única que vez que no ha existido ese hueco, incluso el técnico lo colocó entre los tres centrocampistas, aunque aquel experimento no saliese del todo bien. Ocampos está para todo.
Además, se va acercando a una cifra de partidos (198), las dos centenas, que le hace especial ilusión. El Sevilla es el equipo donde ha echado raíces más profundas. Sabe que en la actual situación de la entidad, lo normal es que este verano, con un año más de contrato, se le invite a mirar opciones fuera del Sánchez-Pizjuán. Ha jugado en Francia, Italia y ahora en España. Está cómodo y, tras la decepción de sus meses en Amsterdam, no quiere dar más pasos en falso. En verano cumplirá 30 años y considera que le queda cuerda para rato, aunque no esconde que quizás ya haya cumplido una etapa en Nervión. De seguir Quique, Ocampos sería uno de sus generales. Esperando el jugador un cambio de estilo para potenciar sus virtudes. De momento, ha sido el primero en levantar la mano y ayudar al Sevilla. Cuando más lo ha necesitado.
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