Se trabaja para pasar página respecto a la disputa de la final de Copa, pero durante las próximas semanas habrá que curar muchas heridas. Entre ellas y una de las que más malestar ha generado es la de que miles de aficionados del Athletic (podrían ser en torno a 2.000) pudieran tener acceso el 6 de abril al Gol Norte destinado a los hinchas del Real Mallorca, por lo que son muchos los que piden depurar responsabilidades.
El enfado generalizado entre los aficionados es evidente. Desde la clasificación para la final, las críticas hacia la gestión de las entradas (sin olvidar la tardanza en los viajes organizados) ha estado a debate. Primero se vendieron a abonados, a los que se les puso encima toda la responsabilidad del derecho a una entrada, siendo localidades nominales, pero con derecho a la cesión de un tercero. Este procedimiento gustó a la mayoría, aunque apeó a peñas oficiales de fuera de la isla sin abonos.
En la primera ventana de venta de entradas, desde el club fueron tajantes. «En el caso de que se verifique que se haya revendido una entrada procederemos a cancelar esa entrada», indicó Alfonso Díaz, CEO de Negocio el pasado 21 de marzo.
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Finalmente, se produjo la avalancha que querían evitar a toda costa los aficionados desplazados y que, desde el club, también dijeron que no sucedería. O al menos que trabajarían en ello. Aunque todo, sin duda, empeoró con la última ventana de venta de entradas, con algo más de 1.000 a la venta con venta presencial en la taquilla de Son Moix. La venta era únicamente para los que pudiesen acreditar su residencia en las Islas Baleares y aunque en ciertos casos se respetó dicha norma, fueron muchos los aficionados del Athletic que se hicieron con ellas.
Todas estas últimas localidades se concentraban en la Grada Alta Inferior del Gol Norte, casualmente, la zona del Mallorca que estuvo repleta de aficionados visitantes. Y aunque no se tuvieron que lamentar incidentes, en gran parte fue gracias a la actitud mostrada por los hinchas bermellones, que pusieron de su parte para evitar cualquier tipo de problema en las gradas.
En un acto en el Consolat de la Mar para felicitar a los subcampeones por la gran Copa realizada, Alfonso Díaz (CEO de Negocio) atendió a los medios de comunicación para analizar lo sucedido. «Hemos visto situaciones en algunos barcos que son inadmisibles y habrá que depurar responsabilidades», señaló sobre las condiciones del barco de 800 aficionados en el que muchos tuvieron que dormir en el suelo. Esta expedición fue una de las últimas en llegar a Palma y destacó que ningún miembro del club les recibiese en el puerto como siempre ha pasado en finales anteriores.
En cuanto al aspecto de las gradas y los hinchas rivales incorporados en el Gol Norte, Díaz dio explicaciones. «Hemos tratado de hacerlo lo mejor posible en la organización. Siempre hay incidencias. Fuimos 21.000 mallorquinistas y es algo que seguro que recordaremos toda la vida», indicó. Preguntado por la gran cantidad de aficionados del Athletic en la zona del Mallorca respondió que «miles no sé si había, no sé contarlos. Yo veía un fondo teñido de rojo».
Es cierto que había gente del Athletic y sabéis que la política fue la de vender entradas a nuestros abonados y que ese era el filtro
Eso sí, reconoció ver camisetas rivales. «Es cierto que había gente del Athletic y sabéis que la política fue la de vender entradas a nuestros abonados y que ese era el filtro. No había mucha más forma de controlar esto más allá de que aquel que sepamos que ha vendido esas entradas tratar de identificarlo y quitarle el carnet, como mínimo», dejando claro que sí identifican a abonados que puedan haber revendido sus entradas, se les retirará el abono.
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