La temporada del Granada ha estado salpicada de malas decisiones, borrones entre los que destacan la inesperada y abrupta salida de Samu Omorodion con la competición ya en marcha, una operación que pilló al club andaluz a contrapié y que supuso la primera estocada del curso para los rojiblancos.
Conscientes del potencial del melillense, el Granada contaba con él para afrontar el regreso a Primera, pero los movimientos no fueron los adecuados y el club decidió no afrontar su renovación, manteniendo unas condiciones que suponían un alto riesgo de ‘fuga’, algo que finalmente sucedió.
Samu, en su estreno en Primera, asombró a todos dejando una actuación sobresaliente en el Metropolitano. El Atlético no lo dudó, y tras poner sobre la mesa una oferta irrechazable para el jugador abonó la cláusula de seis millones de euros, dejando a los granadinos compuestos y sin delantero.
La afición granadinista no digirió de la mejor forma posible la marcha de Samu y prepara un recibimiento hostil para el atacante, que este domingo pisará en el que podía haber sido su estadio, pero lo hará con la camiseta del Alavés, destino donde está dejando su sello con una gran temporada.
El punta ya suma ocho dianas con el conjunto babazorro, demostrando su olfato goleador. Una de esos tantos la firmó en el choque de la primera vuelta ante el Granada, que en esta ocasión tratará de atar en corto a Samu, un reto para los defensores rojiblancos.