
Llega el verano y se intensifica el trabajo en la dirección deportiva de cualquier equipo. En Las Palmas han sido madrugadores en lo que a fichajes se refiere: «Ya tenemos siete futbolistas fichados para la temporada que viene«, admitía Miguel Ángel Ramírez el pasado martes. Pero el club sí que va a tener trabajo en lo que a salidas y renovaciones se refiere. Dada por imposible la de Álvaro Valles, el club escuchará ofertas. Una situación similar vive Saúl Coco. El defensa lanzaroteño también acaba contrato el 30 de junio de 2025. Y, como ya avisó el propio Ramírez, hay dos opciones: o renueva o sale vendido.
Equipos interesados no faltan. Coco es uno de esos futbolistas que tienen mercado. No solo porque Las Palmas esté ‘obligado’ a negociar, sino porque su temporada ha sido de sobresaliente. Es joven y ya ha demostrado que tiene cualidades suficientes para triunfar en Primera. Son muchos equipos los que han preguntado por el jugador, pero el Sevilla es el que más interés ha mostrado. García Pimienta, que firmará por un año y otro condicionado a objetivos, sería su gran aval en Nervión. El valor de mercado de Coco oscila los 5 millones de euros, aunque la oferta sevillista no llegaría a esos números.
Posturas alejadas
Las Palmas, por medio del presidente, admitió que los puntos entre jugador y club están muy lejanos: «Su representante nos ha dicho que no quiere renovar. Si el jugador no quiere seguir, tendrá que presentarnos una oferta que sea buena para el club«. El jugador siempre ha admitido que nunca ha tenido intención de salir: «Sé que el club está contento conmigo y ellos saben también que yo estoy contento aquí». Quiere quedarse, pero no a cualquier precio. Entiende que se ha ganado una mejora considerable de contrato. Acorde a la calidad de sus minutos en los últimos años. El jugador no se cierra a volver a sentarse con Las Palmas.