Le hace falta muy poco para llegar con peligro a área contraria. Valery Fernández, que ha demostrado una gran pegada en los 75 minutos que ha disputado como jugador del Real Mallorca, es el gran revulsivo de las últimas jornadas. El futbolista catalán aterrizó en la isla el penúltimo día de mercado como una opción de última hora al no avanzar el club primeras opciones y pese a haber jugado menos de un partido completo en las cuatro participaciones que acumula con la zamarra bermellona, lleva dos tantos que han significado seis puntos en las dos últimas jornadas.
Cedido por el Girona (con una opción de compra) tuvo la opción de marchar a préstamo a un favorito en Segunda para regresar a la máxima categoría: el Granada. El conjunto nazarí estuvo cerca de lograr su cesión, pero el futbolista estaba a la espera de una llamada de un club de Primera, concretamente del Mallorca. A Pablo Ortells, el máximo responsable deportivo de los baleares, se le cayó Rodri Sánchez del Betis y fueron directos a por el gironí.
Desde la entidad lo ficharon por su polivalencia. Arrasate lo está utilizando más como extremo, pero también tuvo unos minutos en el lateral ante el Villarreal. En Girona lo utilizaron como carrilero, por el estilo de Michel, pero su posición natural es tirado a una banda. Y es donde está haciendo daño con el Mallorca. Pide paso, pero en este equipo, con 22 jugadores utilizados por su técnico, es difícil ser titular.
«Esta es la mejor semana de mi vida; siento que he sido bendecido esta semana», dijo el jugador tras realizar su segundo gol de la semana ante el Valladolid, el que supuso el 0-2 en el marcador y que sirvió para ganar, ya que Iván Sánchez recortó distancias. Sin duda ha sido su gran semana y eso no se la quita nadie. Igual que sus dos goles.
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