Diego Conde (Madrid, 1998) acelera las respuestas mientras la tienda de Fútbol Emotion de Valencia se va llenando de aficionados y curiosos. Presenta su nuevo guante Serendipity de SP y hay expectación por ver al guardameta del Villarreal, que llegó el pasado verano tras una espectacular temporada en Segunda con el Leganés. Ni la competencia del portero más caro de la historia del submarino ni una inoportuna lesión de rodilla le han quitado la titularidad. Conversa con agilidad y buenos reflejos como si estuviera bajo los palos en pleno partido.
Pregunta. El presidente Fernando Roig dice que el Villarreal debe sumar en la segunda vuelta “de 40 puntos para arriba”.
Respuesta. Es una motivación, un pensamiento común, creo que hay mucha ambición en el equipo y tenemos el objetivo de estar lo más arriba.
P. ¿Se habla en el vestuario de que la quinta plaza pueda dar acceso a la Champions por coeficiente UEFA?
R. Yo no lo he hablado con nadie. Es una posibilidad que existe pero que tampoco nos come la cabeza. Vamos a pelear por conseguir esa cuarta plaza y lo que no depende de nosotros no nos debe ocupar ni esfuerzo ni pensamiento.
Diego Conde, durante la entrevista.
P. El año pasado, en Segunda, 19 porterías a cero. Este año, 19 partidos y solo una; ¿obsesiona mucho no encajar?
R. Son rachas. El equipo ha tenido una mejoría defensiva brutal, de las primeras jornadas ahora y por diferentes circunstancias, no estamos consiguiendo dejarla a cero. No me obsesiona, aunque como portero no quiero encajar. Si el equipo sigue haciendo este gran trabajo defensivo, van a llegar y no pocas.
No quiero encajar, aunque tampoco me obsesiona dejar la portería a cero. Si el equipo sigue haciendo este gran trabajo defensivo, van a llegar y no pocas
P. Más de cinco años sin lesionarse y cuando se asienta en Primera, esguince de rodilla.
R. Las lesiones te dan rabia porque nunca vienen en un buen momento y no me vino en un buen momento. Se trabaja en ellas y se espera volver lo antes posible con esa angustia de estar fuera del campo y sobre todo intentas volver igual o mejor que antes.
P. Siete partidos fuera, ¿llegó a temer por su puesto?
R. Hay fases. Al principio es de rabia de no entender por qué te pasa a ti, pensar qué podías haber hecho en esa acción para no haberte lesionado. Y una vez pasas ese proceso y empiezas a hacer cosas, a salir al campo tus pensamientos están en intentar volver a ser lo que eras antes de lesionarte. A partir de ahí estás en un club de un grandísimo nivel, en el que en todas las posiciones hay competencia, en la del portero por supuesto. Y es una parte del juego. A veces juegas, otras no. Hay un entrenador que es el que decide.
Durante la lesión pasas una fase de angustia de estar fuera del campo
P. Santi Cañizares solía decir que los balones se fabrican para dificultar cada vez más el trabajo de los porteros.
R. Corroboro esa percepción y no solo te digo entre temporadas. Es que esta misma temporada no tiene absolutamente nada que ver el balón blanco con el balón amarillo. Entiendo que es parte del espectáculo y que el balón haga extraños llama mucho la atención, pero a los porteros nos complica mucho la vida a veces.
Diego Conde, portero del Villarreal.
P. ¿Qué pueden hacer ante eso unos guantes como los que tiene en las manos?
R. Si los jugadores de campo piensan en las botas, la atención del portero tiene que estar puesta en sus guantes. Están hechos al dedillo de lo que yo desearía de pequeño poder tener en mis manos y lo calca a la perfección.
Lo paso fatal cuando otro portero comete un fallo grave
P. La semana pasada, Unai Simón (Athletic) cometió un error al jugar el balón con los pies que le costó el empate a su equipo. ¿Qué sensación le produce ver esos errores graves de compañeros que también son rivales?
R. Yo lo paso fatal por los compañeros. Porque se siente y porque, por desgracia, los porteros somos ‘el malvado’ del fútbol. Si cometes un fallo, el portero ha perdido el partido, el portero la ha liado; y los de arriba si fallan ocasiones, no pasa nada, a la siguiente. Sufres por el compañero, pero sé que Unai tiene no solo el nivel sino la personalidad para sobreponerse a ello y seguro que va a estar a su mejor nivel.
Diego Conde posa para MARCA tras la entrevista.
P. Partido contra el Rayo. Siempre se habla de cómo Vallecas condiciona a los jugadores de campo, ¿y a los porteros?
R. Nos condiciona a todos por igual. Vallecas es un campo con unas dimensiones un poco más reducidas y por eso las cosas pasan muy rápido. Trabajamos durante la semana para saber qué situaciones se pueden dar.
“Somos ‘el malvado’ del fútbol: si cometes un fallo, el portero la ha liado y ha perdido el partido; y los de arriba si fallan ocasiones, no pasa nada, a la próxima
P. No es raro verlo en sus redes sociales posar con elegantes gorras de vestir. En un partido a las cuatro de la tarde, ¿portero con gorra o sin gorra?
R. Es un buen debate. De pequeño sí que me la puse. Y hace poco jugamos contra el Valladolid y su portero en la primera parte durante un buen rato llevó gorra. Yo no me la pondría, pero porque creo que estaría más preocupado de si me voy a llevar un pelotazo, si se me va a mover, si cuando corra se me va a caer… que de estar al juego que es lo que realmente importa.
Diego Conde, en Fútbol Emotion Valencia.
P. Ya se ven pancartas en La Cerámica con el lema ‘Diego Conde, selección’ y solo lleva 19 partidos en Primera.
R. Se lo agradezco al máximo a la afición. Desde el minuto cero cuando llegué me han apoyado, me han hecho sentirme uno más, me han dado su confianza. Y yo intento hacerlo lo mejor posible. Pero las cosas que no dependen de mí no me ocupan tiempo o no me preocupan. Yo intento dar el máximo rendimiento para mi club, intento jugar lo mejor posible cada partido y a partir de ahí si llega un premio como la selección, bienvenido sea.
P. Esta semana unos aficionados del Villarreal sufrieron una brutal agresión y ellos ya han recibido su llamada personal para invitarlos al palco de La Cerámica.
R. Tanto el club, mis compañeros y yo intentamos involucrarnos en el día a día de lo que ocurre y de ese hecho lamentable por no darle otras palabras. En cuanto nos enteramos mi mujer y yo rápidamente nos pusimos en contacto con el club para que nos consiguiera el contacto de una de las madres de los chicos agredidos, y dentro de lo que podemos, que no es mucho en este momento tan duro para ellos, por lo menos invitarles a nuestro palco y que puedan disfrutar de un partidazo en La Cerámica.