
Todos han puesto un poco el freno en Mallorca pese a que la clasificación refleje otra cosa, seguramente para restar exigencia por si finalmente no se consigue y así evitar decepciones innecesarias. El empate ante el Alavés supo a derrota, quedó claro tras el partido escuchando a los protagonistas. No fue el primer encuentro en el que el equipo se desconectó antes del final, sobre todo en la segunda vuelta de la temporada, y esto es algo que preocupa si el Mallorca quiere algo más que la permanencia.
Más que por la manera en la que se produjo, con una clara falta de intensidad y sin la personalidad necesaria para finiquitar una segunda mitad ante un Alavés que mostró sus carencias en el primer acto, la sensación fue un querer y no poder en el momento en el que hubo un bajón físico dentro del césped. Ahí es donde vienen los problemas y donde Arrasate tiene poco donde elegir más por calidad que por cantidad, porque lo cierto es que el banquillo está lleno de opciones (sean mejores o peores).
La inversión no es para Europa, más bien para salvarse
Es por esto que se abre una gran pregunta dentro del entorno del Real Mallorca y es que si tras una primera vuelta perfecta con 30 puntos el Real Mallorca tiene plantilla suficiente como para quedar en Europa. Por el puntaje logrado hasta la fecha, aunque solo sean seis unidades en la segunda parte de LaLiga, todo apunta a que, aunque sea sin querer, los baleares son serios candidatos a quedar entre los ocho primeros (habrá que ver cuántos puestos tienen billete para Europa).
El claro candidato al sexto puesto es, sin duda, el Real Betis. Por la inversión realizada en los últimos mercados y por incorporaciones que suben el nivel considerablemente como los fichajes de Antony o Cucho Hernández en enero. El Mallorca, la realidad es que el pasado verano gastó menos de lo que ingresó (por mucho que se diga) y hace dos cursos reinvirtió lo que se generó con la venta de Kang In Lee al PSG.
Hay equipo, no plantilla
En las últimas jornadas, aunque durante toda la temporada, Arrasate ha ido enseñando sus cartas. En el primer tramo dio oportunidades a todos… pero después ha elegido lo que le vale. Ahí es cuando ha mirado hacia al banquillo y le han faltado soluciones. Los dos laterales suplentes tienen un papel testimonial, pero arriba es donde está el gran problema.
Más allá de Robert Navarro o Asano (éste último no lo ha tenido fácil para volver a su nivel tras lesionarse), no hay más. Chiquinho y Valery no cuentan. Y en cuanto al punta referencia, Muriqi centra todas las miradas. Larin sigue yendo cada vez más para abajo en cuanto a rendimiento, por algo que se le ha puesto en el mercado pensando en lo que viene, y Abdón juega cuando juega. ¿Hay suficiente plantilla como para quedar en Europa? La competición dictará sentencia, pero el técnico tiene claro que cuenta con un grupo cada vez más reducido. Parece que hay equipo, pero otra cosa muy diferente es que haya plantilla para Europa.