
El Celta quiere certificar, cuanto antes, la permanencia en Primera división y garantizar su presencia en la máxima categoría por decimocuarta temporada consecutiva y la número 60 en su historia. Para ello debería llegarle con sumar dos triunfos más.
Lo cierto es que el equipo de Claudio Giráldez, que se podría meter en la pelea por los puestos europeos, mejora notablemente la puntuación con la que afrontó el tramo final de la pasada temporada. A día de hoy suma 12 puntos más que en la 27ª jornada del pasado año.
Esa diferencia equivale a un 50% más de puntos, 24 de entonces por 36 de ahora. Y de pelear por no meterse en descenso a entrar en la pugna por retornar a competiciones continentales. Si el Celta ganase los dos próximos partidos, ante Valladolid y Las Palmas, superaría los 41 puntos que hizo en la totalidad del campeonato liguero pasado.
En este sentido, el partido del próximo sábado en Valladolid se presenta como trascendente. Un estadio, a pesar de medirse al acto colista del campeonato, en el que no gana desde hace hace trece años, temporada 2012-13. Desde entonces sumó dos empates y salió derrotado en tres ocasiones. De hecho, en la última visita, 19 de octubre de 2022, cayó derrotado por 4-1.
La última victoria céltica en Pucela tuvo lugar el 26 de mayo de 2013, en un partido que luego resultaría clave para una permanencia milagrosa del equipo vigués. El resultado fue de 0-2, con tantos de Cabral y de Iago Aspas de penalti, el capitán es el único futbolista que continúa en la plantilla céltica desde entonces.