
En Son Moix todos los sentidos están puestos en recibir la visita del Espanyol (sábado, 16:15 horas). Y es que una hipotética victoria del equipo dirigido por Jagoba Arrasate significaría un paso adelante muy importante en las aspiraciones del Real Mallorca por la lucha europea. La realidad es que, si los bermellones son capaces de llegar a los 40 puntos ante los de Manolo González, se aparcará la permanencia y se mirará de lleno hacia Europa.
Los ojos del entorno balear se ponen (aún sin quererlo) en los méritos deportivos de los equipos de LaLiga que juegan Europa. La victoria del Athletic ante la Roma permite que virtualmente se garanticen cinco puestos en la próxima Champions, que añadidas a las dos plazas de Europa League y Conference, si la Real Sociedad no gana la Copa del Rey, permitiría ocho billetes a Europa de cara a la próxima temporada.
Muchos aspirantes a la zona europea
Eso aumenta las opciones del Mallorca, que con 37 puntos en el casillero y mirando el calendario, sobre todo el de Son Moix con partidos ante rivales directos por el primer objetivo (la permanencia), puede permitirse soñar. Pero todo empieza por derrotar a un Espanyol que llegará a Palma en línea ascendente y que pese a ser un equipo al que le cuesta mucho a domicilio, no se lo pondrá fácil a los baleares.
Muy mal lo tienen que hacer los de Arrasate para no estar en la pomada por Europa lo que queda de temporada junto a equipos como Rayo Vallecano, Celta, Sevilla, la Real Sociedad y quien sabe si tres conjuntos más que tienen 33 puntos como Girona, Getafe y Osasuna. Las seis primeras plazas parecen sentenciadas, con un Betis imparable. Por eso llega la hora de la verdad. Los 40 sería dar un paso hacia Europa.