
La Junta Directiva del Athletic se maneja en un tiempo de aparente placidez. Los buenos resultados deportivos van emparejados con los resultados económicos, que se cortan por el patrón de la estabilidad y una tendencia al alza. El mandato de Uriarte y su grupo finaliza en 15 meses, pero tienen en su mano adelantar los comicios: las encuestas de satisfacción respecto la gestión les darían una continuidad sobre la que todavía no se han pronunciado.
El actual presidente se presentó a las elecciones de 2022 con el lema Ilusio berri bat (una nueva emoción). «Es un proyecto de años, para nada montado sobre la marcha. La variedad sin más no tiene sentido. Estamos aquí por un sentido del deber y responsabilidad. El club necesita una transformación hacia la modernidad porque el resto de clubes no hacen más que avanzar. El Athletic nos necesita”, dijo entonces con rotundidad.
División en San Mamés
Uriarte (47 años) ha disfrutado del éxito copero, el equipo vuelve a estar en competición europea y esta temporada está peleando, además de por alcanzar la final de Europa League, por clasificarse para la Liga de Campeones: sólo por participar en el torneo tendría un ingreso inmediato de 19 millones de euros por parte de la UEFA. La gran batalla de la actual Junta Directiva está en el proceso de reordenación de la grada de animación, que ha provocado división en San Mamés. Lo ha reconducido con una tregua europea y este domingo se verá ante Osasuna cómo está la situación.
Llevar las elecciones al límite (24 junio 2026) implicaría que la siguiente temporada se montaría con un proceso electoral que todavía se ve lejano, aunque la Junta Directiva podría activarlo en cualquier momento. De hacerlo en las condiciones en las que actualmente se mueve el club sería complicado encontrar una plancha fortalecida para crear oposición. Uriarte no se ha manifestado todavía respecto a una posible reelección, pero sus esloganes y procesos en el club dan la sensación que le invitarán a seguir más tiempo.