24 años después, el Real Oviedo vuelve a ser equipo de Primera División. Tras vencer al Mirandés en la final del Playoff de ascenso (3-2), el conjunto asturiano selló su regreso a la élite del fútbol español y lo celebró con un mensaje poético y simbólico en redes sociales, donde agradeció a todos los clubes, rivales y regiones que han formado parte de su largo y duro camino desde el fútbol más modesto hasta la gloria.
“Nos vamos. Pero nunca olvidaremos de dónde venimos”, comenzaba el mensaje, cargado de referencias literarias, históricas y culturales que evocaban un viaje heroico similar al del Quijote. En tono de aventura y aprendizaje, el club reconoce las lecciones recibidas en su paso por Segunda B, por campos humildes, por noches de frío y días de lucha. Cada paso del camino, aseguran, ha forjado la identidad de un Oviedo más fuerte.
Jesús Martínez, máximo accionista del Oviedo, abraza a Santi Cazorla.
El texto continúa con guiños a diversas regiones y equipos de España, desde “los marineros en tierra” hasta “los hijos del Volcán”, en clara referencia a equipos como el Cádiz, Las Palmas, el Tenerife o el Alavés, entre otros. Cada símbolo representa una etapa superada, un rival respetado y una enseñanza asumida. “Vosotros nos habéis hecho mejores”, concluye el comunicado, transformando la rivalidad en un homenaje colectivo.
No es solo un ascenso: es la reivindicación de un club que nunca se rindió.
Con este ascenso, el Oviedo culmina una travesía marcada por la pasión de su afición, la gestión comprometida y el esfuerzo constante de jugadores, cuerpo técnico y empleados del club. Ahora, vuelve a la máxima categoría con la promesa de competir con humildad, pero también con el orgullo de quien ha luchado contra gigantes y ha vuelto para quedarse.