Marruecos venció 2-0 a Argentina en la gran final del Mundial Sub-20 que se disputó en Chile y el seleccionado africano consolidó con un título juvenil su buen rendimiento en todo el certamen donde venció a otras potencias como Francia, España y Brasil.
Y es que el fútbol marroquí vive un momento dorado sin precedentes. En solo siete años, Marruecos ha construido un proceso sólido y exitoso que lo posiciona hoy como una potencia emergente en todas sus categorías, tanto masculinas como juveniles. Lo que antes era una promesa, hoy se traduce en títulos, podios internacionales y clasificación continua a los torneos más importantes del mundo.
Todo comenzó con el Campeonato Africano de Naciones en 2018 y su revalidación en 2020, marcando el inicio de una era. Luego, vino la histórica actuación en el Mundial de Qatar 2022, donde Marruecos finalizó en el cuarto lugar, siendo la primera selección africana en alcanzar las semifinales.
Este éxito no fue casualidad. El país ha invertido fuertemente en infraestructura, detección de talento y formación técnica. Los frutos se han visto rápidamente: Campeón de la Copa Africana Sub-23 en 2023, campeón y subcampeón de la Sub-17 africana, y destacadas actuaciones en los mundiales juveniles. En 2023, Marruecos fue cuarto en el Mundial Sub-17, y en 2025, logró el título más importante de su historia juvenil que consolidó todo lo bueno que están haciendo con el campeonato del Mundial Sub-20.
Además, el combinado olímpico logró un bronce en los Juegos de París 2024, consolidando el talento joven marroquí en los escenarios más exigentes.
Sumado a ello, por primera vez, Marruecos ha clasificado a cuatro Copas del Mundo consecutivas, un reflejo de la continuidad, planificación y crecimiento que ha tenido su federación.
Lo cierto, es que Marruecos ya está clasificado al Mundial 2026 y seguro seguirá dando de qué hablar en el fútbol internacional, pues sus procesos cada vez más se empiezan a consolidar con disputa de etapas finales.

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