El Valencia ya ha completado un cuarto de competición y lo cierto es que no ha encontrado el punto a la competición. Suma nueve puntos fruto de dos victorias, tres empates y cuatro derrotas, dejando sensaciones que no son las óptimas. El duelo jugado ante el Alavés en Mendizorroza dejó un poso de preocupación. El equipo se sentía descolocado, no daba pases en condiciones, costaba hilvanar el tercer pase lo que llevó a que cuajara un encuentro espeso.
Los números no son los mejores. En cuanto a rendimiento se refiere. Porque los últimos encuentros han ido menguando en cuanto a juego y presencia en ataque puesto que el equipo ha ido perdiendo en acciones combinativas y ofensivas. Se ha convertido en un bucle. Aquí todas las partes deben poner su punto de esfuerzo para revertir la situación en la que se encuentra si bien el campo es donde queda reflejada la actitud-prestaciones del futbolista porque ahí ya no hay más.
Por ello, esta plantilla está obligada a mejorar en una serie de conceptos para que todos a una provoquen una mejoría en bloque.
La mayoría de los datos estadísticos que presentan hasta la 9ª jornada dejan al Valencia en números muy bajos y en la parte final de las distintas clasificaciones como disparos a puerta, regates completados, aciertos en pases, bajos niveles de duelos ganados o de entradas ganadas. Son datos a mejorar por la plantilla sobre el terreno de juego que permiten reconocer el nivel de intensidad y efectividad en las acciones que se acometen sobre un terreno de juego.
Tiros a puerta: 17º clasificado (28 en total – 3,1 por partido)
Regates completados: 19º clasificado (51 – 5,7 por partido)
Porcentaje de posesión: 12º clasificado (46%)
Porcentaje acierto en pase: 16º clasificado (80%)
Duelos ganados: 17º clasificado (391 – 45,1 por partido)
Entradas ganadas 20º clasificado (68 – 7,6 por partido)
Faltas cometidas y amarillas 16º clasificado (1,6 por partido)
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