
Chidera Ejuke fue una de las grandes sensaciones del Sevilla al comienzo de la temporada anterior. El extremo cuajó varias actuaciones destacadas, como en el empate con el Athletic en San Mamés o en el triunfo en casa ante el Valladolid, cuando anotó el gol definitivo. Con su descaro y su talento para superar adversarios, sus estadísticas llegaron incluso a situarle entre los mejores regateadores de LaLiga. Por desgracia, una lesión en el muslo a estas alturas del año le tuvo al margen más de dos meses. Desde entonces no ha recuperado su mejor nivel.
Este viernes Ejuke vuelve a Anoeta, donde marcó su segundo tanto oficial con la camiseta del Sevilla. Fue el pasado 9 de marzo, en la jornada 27 del campeonato liguero. Aquella noche le dio los tres puntos al cuadro hispalense frente a la Real Sociedad, con una definición fantástica a pase de Saúl. Sin embargo, con el cambio de García Pimienta por Joaquín Caparrós perdió mucho protagonismo. En total, terminaría el curso jugando 25 partidos en los que firmó dos goles y una asistencia.
Ejuke no empezó con buen pie esta campaña debido a algunos problemas físicos. Pese a que participó en el estreno liguero, llegó muy justo al arranque de competición. De hecho, volvió a caer lesionado en Girona, en su segundo encuentro consecutivo como titular. A las tres semanas regresó al once contra el Villarreal, pero apenas tuvo incidencia en el juego.
En sus dos últimas apariciones, Ejuke ha mostrado una versión más que aprovechable. Ante el Barcelona le bastaron tres minutos para asistir a Akor Adams en el 4-1, mientras que frente al Mallorca fue el único que agitó un poco el partido cuando el equipo se quedó sin ideas. Su papel como revulsivo puede ser muy importante en la idea de fútbol de Matías Almeyda, tanto en contextos con más espacios como contra defensas muy cerradas. Si hay algo que garantiza el nigeriano es la capacidad en el regate, algo de lo que no va sobrada el resto de la plantilla.
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