
No parece asunto menor, aunque resulte incómodo acercarse a él desde los medios de comunicación tradicionales que con tanto escepticismo acogieron la llegada de los creadores de contenido y sus nuevos canales, y que de hecho generaron una tensión innecesaria y en cierto modo integrista, como autoproclamados guardianes de las esencias, explicando quién podía ser periodista aunque el de enfrente no pretendiera serlo y quién podía hacer periodismo aunque el de enfrente no pretendiera hacerlo. Metiendo la pata, en resumen y para no variar…
No parece asunto menor, aunque pueda entenderse como ataque o crítica lo que en ningún caso quiere ir por ahí…
No parece asunto menor, en fin, que lo de Lamine sucediera donde Ibai.
Porque nos han venido contando que los futbolistas, o al menos algunos futbolistas, se sienten mucho más cómodos en esos flamantes formatos. Y no es ni puede ser casualidad que Messi concediera al ‘streamer’ sus primeras y únicas declaraciones tras ser presentado como jugador del PSG. Y no es ni puede ser casualidad que Saúl Ñíguez diera al ‘streamer’ explicaciones la misma noche en que se firmó su salida a la Premier. Y no es ni puede ser casualidad el cariño que profesan al ‘streamer’ tantos otros que visten de corto. Incluido Vinicius, por cierto, que el domingo también dio que hablar. Todo eso, que debería llevar a la reflexión, ha llevado lamentablemente a la confrontación.
Pero hete aquí que ese ambiente relajado que se entiende positivo llevó esta vez a un exceso de confianza, o lo que fuera, de modo que, con la Kings League como excusa, Lamine se expuso a pocos días de un partido tan importante como el Clásico y soltó lo del Madrid y los robos sin atender a que la gracia o la ironía de una frase se pierden en cuanto se evapora el contexto en que fue pronunciada y a que ese contexto suele evaporarse en cuanto dicha frase coge vuelo.
Porque hoy en día, y para eso tanto da medios tradicionales o canales modernos, la información que adelantes o las declaraciones que consigas serán tuyas exactamente el tiempo que tarde en replicarlas el primero que pase para originar una cadena, la de la inmediatez, que muchas veces no tiene fin y en la que poco a poco se difumina el origen, manera elegante de aludir a que no se cita. Sucede a partir de ahí que las interpretaciones son totalmente libres: hace más de diez años, y lo que te rondaré, que se alude a la «Liga peligrosamente preparada» de Simeone sin que nadie se digne considerar que en esa entrevista de Verónica Brunati para As no se había preguntado al Cholo por los árbitros o a que el propio entrenador del Atlético no se refería a ellos en ningún pasaje de la respuesta. Porque, hipocresías las justas, contrastar es un verbo en desuso desde el momento en que la realidad puede estropear la noticia.
La cuestión es que las palabras de Yamal adquirieron una dimensión posiblemente insospechada que tuvo mucho que ver, o eso pareció, en el desenlace del partido. Por lo futbolístico (resultado) y por lo que no lo fue tanto (tangana para abrochar la tarde), hasta el punto de que el propio Ibai consideró necesario hacer un video dando explicaciones, quizás con la intención de quitar foco al futbolista. «La que se ha liado», soltaba el bueno de Llanos. «Creo que en parte es culpa mía», admitía. «Última vez que tengo una idea», completaba con ese humor que no siempre se entiende.
Así que esta vez no se puede culpar al periodismo. O al menos no del todo, porque, una vez desatada, ha chapoteado en la polémica con el gusto habitual. Está por ver que lo de Lamine afecte a la relación de fuerzas entre lo viejo y lo nuevo, el caso es que abre un debate interesante respecto a los filtros que los clubes insisten en poner (y esta vez no pusieron) en lo que al acceso a sus empleados respecta.
Porque fue ahí. Donde Ibai. A nosotros que nos registren…
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