
La victoria de este viernes del Getafe frente al Elche dejó a los azulones en una posición privilegiada de cara a la pelea por el objetivo de la permanencia, principal reto del club y que tanto hacia fuera del vestuario como dentro está recalcado por activa y por pasiva. Bordalás ya afirmó en sala de prensa que él no puede «controlar ni evitar» la ilusión de la hinchada al pensar en algo más, pero que en el vestuario no puede caer «en ningún tipo de euforia».
Una euforia, alegría, ilusión, pónganle el adjetivo que quieran, que podría estar justificada con datos en la mano. Y es que el Getafe, con la victoria contra los de Eder Sarabia, se sitúan en la tabla con 20 puntos, con la mitad del trabajo para lograr el objetivo hecho y con cinco jornadas todavía por delante para finalizar la primera vuelta.
De hecho, a estas alturas, el cuadro getafense suma un punto más que los que obtuvo en la 24/25 en toda la primera mitad de competición, dejando claro que el equipo funciona y se solidifica pese a las dificultades que ha tenido para inscribir jugadores y realizar un mercado que dotase de más efectivos la plantilla.
El equipo tiene por delante ahora la siguiente eliminatoria de Copa frente al Navalcarnero en dónde intentará superar la ronda y avanzar en uno de sus torneos fetcihe y, tras ello, culmintará el año visitando al Villarreal y Betis y recibiendo entre medias al Espanyol.
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