El Madrid en el alambre: una temporada en tres partidos

El Real Madrid se despidió virtualmente de la Liga en el Spotify Camp Nou. La derrota por 2-1 ante el Barcelona elevó la desventaja de los blancos a doce puntos en la Liga, una distancia prácticamte te irremontable incluso para el club blanco, que ha hecho de las resurrecciones parte de su historia.

Sobre todo en la Copa de Europa, que se convierte ya, si es que no lo era antes, en el gran y casi único objetivo del curso 22-23, pues los dos títulos ya añadidos al palmarés, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, no justifican por sí solos la temporada en un club como el blanco.

Una de esas remontadas llegó ante el Chelsea, el mismo rival del Madrid en la misma ronda de la presente edición de la Champions. Un doble enfrentamiento que se dilucida en apenas seis días, entre el 12 y el 18 de abril, fechas de los partidos de ida y vuelta de los cuartos de final de la Copa de Europa.No contará el Madrid, eso sí, con el factor decisivo en el pasado ejercicio de jugar la vuelta en el Bernabéu. Según el sorteo, el primer partido se jugará en el estadio madridista, quedando la vuelta seis días más tarde en Stamford Bridge. De superar el equipo de Ancelotti el cruce ante los ‘blues’, la misma circunstancia se repetiría en semifinales, ante el ganador del cruce entre el Manchester City y el Bayern de Múnich.

Con todo, la temporada del Madrid no se reduce a la Champions. Siguen los blancos vivos también en la Copa del Rey, aunque penden de un hilo. El Barça, cómo no, les ganó la ida de semifinales en Chamartín gracias a un autogol de Militao. La cita estaba revestida de especial importancia para los blancos por su mala situación en Liga, confirmada en el clásico de este domingo, y las remontadas en las rondas previas ante Villarreal y Atlético. Dos triunfos que dejaban cerca la final, y que por lo tanto ‘obligaban‘ al equipo a un esfuerzo extra en un torneo que nunca es la gran prioridad del club blanco. Una circunstancia que cambia este año, y que convierte en una final la visita al Camp Nou del próximo 5 de abril, fecha del partido de vuelta ante los catalanes.

Son tres partidos, que abren un horizonte máximo de un total de siete, en los que el Madrid se juega la temporada. Los que apenas cuentan ya son los doce que restan para la conclusión del Campeonato Nacional de Liga, en cuya defensa los blancos han fracasado de forma estrepitosa. La candidatura del Madrid, sólida hasta el parón por el Mundial de Qatar, se ha desmoronado en menos de tres meses, y convierte los doce partidos restantes en un via crucis o, en el mejor de los casos, un laboratorio para que Ancelotti saque brillo a la pizarra. No hay otra forma de sacar provecho de una Liga absolutamente mediocre del mismo equipo que arrasó en la anterior edición del torneo.

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