Javier Aguirre lanza evasivas. Le gusta manejar la situación a su antojo. Y lanza los mensajes que quiere, cuándo y cómo quiere. Se mueve como pez en el agua. Está curtido en más de mil batallas. Ante las varias preguntas que le hicieron en la rueda de prensa prepartido por el partido de Copa del martes lanzó el mismo discurso: «No hemos invertido ni un minuto, ni una charla del rival o la Copa porque creemos que ahora nos importa LaLiga«.
La realidad fue totalmente opuesta. De inicio apostó por jugadores menos habituales como Nacho Vidal, Toni Lato, Omar Mascarell, un recién llegado como Radonjic, dos futbolistas que entran y salen del once, aunque son más suplentes que titulares, Darder y Morlanes, y Copete, que sustituyó por sanción al capitán Raíllo. Solo cuatro jugadores no rotaron: Rajkovic, que lo lógico es que el martes continúe apostando por Greif, el portero de la Copa, Valjent, Nastasic y Muriqi. Es decir: pensó en la Copa.
Ayer volvió a salir por peteneras. Le incidieron sobre si ya tocaba pensar en el partido del martes y respondió así: «Sí. No hay excusas. En el avión o veo a la Real Sociedad o leeré el final de un libro que estoy leyendo. A la Real ya la vi ayer. Leeré». En los medios del club también respondió de una forma irónica. La secuencia es la siguiente:
«¿Ahora sí pensamos en la Copa, eh?» «Sí, copa de balón. Beefeater con tónica«, zanjó el mexicano a la pregunta del periodista.
De segunda división a dos partidos de ganar la Copa del Rey
Hace tan solo tres temporadas varios de los futbolistas que lucharán por clasificarse a la final de la Copa del Rey, jugaban con el Mallorca en Segunda División. Jugadores como Antonio Sánchez, Dani Rodríguez, Martin Valjent, Antonio Raíllo y Abdón Prats se pelearon el cobre en la segunda categoría en campos como el Anxo Carro, Las Gaunas o la Nova Creu Alta, estadios del Lugo, U.D. Logroñés y Sabadell, que juegan en la 1ªRFEF. Y, si se echa la mirada un poco más hacia atrás, hace seis años Antonio Raíllo y Abdón defendieron este escudo en la extinta antigua 2ªB.
Todos los futbolistas sueñan con alzar los brazos y campeonar. Ganar títulos y triunfar. Sobre todo en sentido literal. Pero hay trofeos metafóricos, llamados sentimientos, que valen más que el peso del oro o la plata. Estos jugadores, por los que corre sangre bermellona, ya han hecho lo más difícil: devolver el sentimiento de
grandeza a sus aficionados por ser mallorquinistas. El título más complicado lo han conseguido. El martes, van a por su primera final por un trofeo, pero acumulan tantos en sentido metafórico que nadie sigue la cuenta.