
Abde Rebbach era uno de los jugadores que parecía estar en la rampa de salida del Deportivo Alavés. Apenas había tenido protagonismo durante la pretemporada y el ‘Chacho’ Coudet, que ya le abrió la puerta en el mercado invernal para que se marchara cedido al Granada, no le tenía en sus planes. Por eso sorprendió que el argentino le llamara el pasado sábado cuando estaba calentando para ser, junto a Mariano Díaz, el primer cambio del partido.
Al Alavés le estaba faltando verticalidad en el segundo tiempo. Coudet quería meterle una marcha más al ataque babazorro y los cambios le funcionaron a la perfección. Mariano estuvo cerca del gol en uno de los primeros balones que tocaba, pero el que realmente desniveló la balanza a favor del Alavés fue Abde. El argelino hizo algo que nadie había hecho en todo el partido por la banda izquierda: encarar y ser desequilibrante.
A Abde no le quemó el balón en los pies y siempre que recibía tener claro que iba a buscar a Toljan. Le dio velocidad al juego y fue una amenaza. Puso un par de balones buenos, uno de ellos obligó a Pablo Campos a intervenir porque se colaba dentro de la portería, y, en definitiva, no paró de intentarlo. Sabía que estaba ante la oportunidad de reivindicarse. Y lo hizo. Cambió por completo el partido y aunque el héroe final fue Tenaglia, al extremo hay que darle su parte de mérito.
El Alavés sigue buscando un extremo en el mercado, pero está por ver si la situación de Abde cambia tras el cuarto de hora que firmó ante el Levante. En el último amistoso de pretemporada ante el Eibar ya dejó buenas sensaciones y Coudet no dudó en que fuese el primer jugador que entrara de refresco en el inicio liguero. El ‘Glorioso’ no tiene una pieza de sus características en la plantilla y aunque las puertas del once parezcan cerradas, es una alternativa muy interesante como revulsivo.
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