Es el debate de siempre cuando hay un ‘gol fantasma’. Fue sacar Rulli bajo la línea el remate de Carrasco, mientras Simeone y el banquillo del Atlético reclamaban gol, y aparecer la pregunta: ¿Por qué LaLiga no utiliza la tecnología que se usa en otras competiciones como la Champions League para dictaminar si una pelota entra o no?
«Desde que se implantó el VAR en España, ha habido casi 3.000 partidos en LaLiga Santander y LaLiga Smartbank. Todas las situaciones que han requerido de tecnología para ayudar a ver si el balón había o no entrado se han solucionado satisfactoriamente con la cámara de la línea de gol y el VAR», señalan a MARCA fuentes de LaLiga.
En esas situaciones que refiere LaLiga se encuentra incluida la acción de Rulli a remate de Carrasco, una jugadaba bien solucionada, bajo su criterio. Así pues, la patronal de los clubes cuenta cero errores en este sentido desde que se implantó el VAR. La cámara con la que cuentan en la línea de gol, sostienen, define claramente si el balón ha entrado o no.
En el otro lado, aunque en el seno del Atlético hay cierto malestar con la decisión, lo cierto es que Simeone no alzó la voz en rueda de prensa. Incluso, se mostró comprensivo con la decisión de De Burgos Bengoetxea en el césped e Iglesias Villanueva en el VAR. «Confíamos en la tecnología que tiene LaLiga. Supongo que el linea entendió que el balón no entró al completo», señaló el técnico argentino.
Cuatro millones de euros por temporada
Implantar la tecnología ‘Hawk eye’ costaría a LaLiga cuatro millones de euros por temporada, dos millones la Primera División y otros dos por la Segunda. Una tecnología que no llegará a corto plazo a nuestro campeonato porque, insistimos, LaLiga cree que la cámara en la línea de gol funciona perfectamente.
Errores con el ‘Hawk eye’
La tecnología de ojo de halcón tampoco ha terminado al 100% con los debates en los campeonatos en los que está implementado. En la Bundesliga, en un partido entre el Mainz 05 y el Arminia Bielefeld del pasado mes de marzo, el árbitro dio como gol una acción en la que el balón se veía claramente que está encima de la línea.
Al colegiado el reloj le avisó de que el balón había entrado, pero las cámaras demostraron que no (ver imagen), por lo que el tanto fue anulado.
Al contrario, es decir, un gol que sí entró pero que no se concedió, sucedió en Inglaterra, en un partido entre el Aston Villa y el Sheffield United, en plena pandemia. Orjan Nyland, portero del Villa, se metió con su balón en la portería, pero el reloj no avisó al colegiado, Michael Oliver, que no dio el gol.
La jugada no se revisó en el VAR, ya que se consideró la tecnología como infalible. Tras el partido, y viendo las imágenes, la empresa Hawkeye reconoció que el balón había entrado y pidió disculpas. En su explicación, Hawkeye señaló que las siete cámaras encargadas de monitorear la portería fueron ocultadas por el portero, los defensas y los palos y que era la primera vez que cometían un error en más de 9.000 partidos utlizando el sistema.