Lejos quedan aquellos tiempos en los que la portería era un sudoku indescifrable al que se enfrentaba Vinicius sin que hubiera manera de que lo resolviera o se acercarse a la solución. Hoy, el brasileño es el gol del Real Madrid. En ese primer tercio de la temporada es el más dianas sumas, una cuenta que ante Osasuna coloca en seis: cinco en Liga y uno en la Champions.
Ante los navarros, en un partido cerrado en el que el equipo de Arrasate fue capaz de desactivar el buen arranque del Madrid, Vinicius ha marcado con una variante nueva: mandar la pelota a la red sin querer. Después de un par de acciones en las que sus remates fueron inocentes, cerca del descanso levantó la cabeza para centrar desde su banda. Lo que era un pase en busca del remate de Benzema o Rodrygo acabó en las redes navarras. Sergio Herrera se vio sorprendido por la dirección de la pelota, el bote y cuando se quiso dar cuenta en balón estaba en sus redes. La duda de si el fuera de juego posicional de los delanteros del Madrid había afectado al meta de Osasuna quedó despejada por la repetición.
Vinicius es el único jugador al que Ancelotti ha mandado al campo en el once inicial en todos los partidos que ha jugado el Madrid esta temporada. La baja de Courtois, el único que supera al extremo carioca en minutos jugados, deja a Vinicius solo en ese pleno de titularidades.
Los seis goles que lleva Vinicius en este arranque de temporada le valen para igualar los que sumaba en LaLiga después de las siete primeras jornadas de la temporada pasada. Pero entonces sus dianas en la Champions esperaron hasta la tercera jornada, cuando hizo un doblete en la visita del Madrid a Kiev para ganar 0-5 al Shakhtar. Los 17 goles con los que cerró la pasada campaña, con el de Saint-Denis como joya de la corona, parecen estar en riesgo ante un jugador cada vez más decisivo con sus goles, no solo con el desequilibrio y la velocidad. Porque ante Celtic, Espanyol, Betis y Osasuna suyo fue el primer gol del partido.