
Al Txingurri Valverde le gustan los equipos de ida y vuelta. Intensos. Con presión alta y mando en plaza. Y con el Athletic la intensidad no se negocia. Los leones son líderes en la recuperación tras pérdida o salida atrás. Una manera de atacar al contrincante desde la presión para asfixiar al rival y así impedir su salida limpia de balón.
La robustez física y la fortaleza defensiva de los leones explican la reconstrucción del equipo y su exponencial mejoría. También el compromiso ineludible del Athletic con su solidaridad colectiva en las tareas de presión y recuperación de balón en la medular y en el campo contrario.
El arte de robar balones
Ya son 89 los robos del conjunto rojiblanco. Un trabajo muy exigente que hace estar a los de San Mamés por delante de clubes insignia como el City de Pep Guardiola (83), el Bayern de Munich (83), el Leeds United de Jesse Marsch y antes de Marcelo Bielsa (81) o el Newcastle inglés, cuarto con 77.
El propio Quique Setién lo reconocía al finalizar el encuentro de la pasada jornada: «No me gusta poner disculpas. El mérito lo tiene el Athletic, que a partir de la segunda parte que nos ha presionado y hemos perdido confianza. Hemos entrado en un bucle que tenemos que analizar conclusiones para evitar que esto nos pase. Hemos sido superados por el Athletic y no controlamos el juego«, señalaba el técnico.