No va a dar nombres. Nunca. Monchi es leal con las personas (no le gusta decir que ficha futbolistas) que firma para el Sevilla. Una vez que han sellado su contrato, les muestra la mayor confianza posible, acercándose siempre al jugador que menos está jugando o rindiendo, que sienta que lo tiene cerca. Su apoyo. Sin embargo, Monchi ha reconocido públicamente que algo «se ha hecho mal» para que el Sevilla esté ahora mismo, tras 14 jornadas de Liga disputadas, en puestos de descenso. Y uno de esos errores que se achaca el propio Monchi, en una charla La Bolsa del Deporte, es caer en la «improvisación» en algunos momentos. Mala compañera de camino.
«Hay otra cosa que es mucho más peligrosa que la presión. La improvisación. Cuando te sales de tu hoja de ruta, cuando miro atrás a mi carrera, el denominador común de un error es la improvisación. Cuando he tenido que hacer cosas en las que no he creído, por presión, por falta de tiempo… Equivocate con tus errores, rectifica, sigue creciendo, pero no improvises, porque te va a llevar al fracaso seguro», analizaba el director deportivo. Uno de los fichajes en los que no creía a inicios del verano era Isco, por parecerse en exceso a jugadores que ya tenía la plantilla. Lopetegui le convenció. Tampoco tenía pensado firmar a Januzaj, pero la salida repentina de Ocampos lo precipitó Todo. Cada uno en su contexto, ninguno está aportando lo que se esperaba de ellos.
Y es que Monchi sabe que en este mercado va a pasar un duro examen. Posiblemente, de los más exigentes de su carrera. Y de los más complejos. Debe darle una vuelta a la plantilla con pocos recursos económicos, jugadores de alto nivel salarial, a los que colocarlos es prácticamente una heroicidad, además de acertar con los fichajes. Es un clamor popular. «Ahora cuando paseo a mis perros por la mañana, la gente no me dice buenos días, me dicen que fiche a un delantero, o que traiga a un centrocampista. Tienes que vivir con la presión de la gente, de la prensa, del propio entrenador, del consejo de administración. Intentar sobrevivir a la presión es una de las cosas más difíciles que hay para no tomar decisiones de las que después te arrepientas», sentenció Monchi.