Argentina venció 2-0 a México y enderezó el camino en el grupo C del Mundial de Catar, en el que se había estrenado con derrota (2-1 contra Arabia Saudí).
Y nuevamente el hombre que orientó la victoria fue Lionel Messi, quien había pedido fe en este grupo, que ahora tiene en sus manos su suerte.
«Juegan bien, tienen gran técnico, te manejan la pelota, en el primer tiempo jugamos con intensidad y en el segundo tiempo cuando nos calmamos y empezamos a mover la pelota hasta el gol volvimos a ser lo que somos nosotros. Había que ganar para acomodarnos», dijo Messi al final del duelo contra México.
El mal recuerdo contra los árabes quedó en eso: «Nos faltó mucho en el primer partido, había muchos condicionantes, chicos que jugaban su primer partido, el horario, no son excusas pero no salimos como debíamos salir y son dos jugadas aisladas, no nos pusimos 2-0 por centímetros y así el partido habría sido distinto, pero hoy habái que ganar y tenía que arrancar el Mundial para nosotros», añadió.
Los rumores sobre sus molestias físicas le produjeron hasta risa: «No sé por qué se dicen tantas cosas, hablaban de tobillo y no tenía nada y al finalizar me dolía el tobillo, parecía a propósito; el otro día al final del primer partido me lo doblé, pero estaba bien, entrené normal, en un momento lo hice sol, y hoy hicimos un esfuerzo que teníamos que hacer».
Pero ahora viene Polonia y no se puede fallar porque el peligro de la eliminación está latente: «No podemos bajar los brazos ahora, nosotros nos pusimos así, tenemos todo el final, no podemos errar la respuesta de la gente sabíamos que sería así, les cumplimos, llevamos mucho tiempo juntos de la mano y así se consiguieron cosas muy lindas», concluyó.