Pelea de capos: Modric, el inagotable, vs Messi, el indestructible

Es la hora de los líderes. Lo saben ellos, lo sabe el mundo. Lionel Messi y Luka Modric entienden, como nadie más, la obligación que tienen en la semifinal Argentina vs Modric, duelo de este martes (2:00 p.m. hora colombiana) en el Mundial de Catar.

A la cita llegan con más de una coincidencia: madurez (35 y 37 años), éxito, conciencia de estar en los últimos instantes mundialistas, un equipo que confía y los sigue a muerte, una oportunidad dorada para escribir la historia.

La historia arrancó casi igual de difícil para ambos: a Messi le tocó pasar por el frustrado paso a River, la llegada a Barcelona y el tratamiento que necesitaba para superar su déficit en la hormona de crecimiento; a Modric en la lucha no por el fútbol sino por la vida, con su padre alistado en el ejército en la guerra de los Balcanes en Yugoslavia y la condición de refugiado.

Y en esa lucha, este momento, el segundo duelo por un Mundial y el número 27 en el total entre ambos futbolistas, con un Messi muy superior en la comparación con Modric en la tarea ofensiva pero no en la otra fase del juego: 4 goles y 2 asistencias del argentino por nada del croata y 16 pases clave por solo 4. Y aquí el equilibrio: 85 por ciento de precisión en el pase del primero por 88 por ciento del segundo.

A la defensiva, Modric lo dobla: 12 quites por 3 del rosarino, 8 interceptaciones por ninguna, 59 recuperaciones del croata por 13 de su rival.

El antecedente más cercano a nivel selecciones entre Argentina y Croacia es el duelo por la fase de grupos en Rusia 2018, cuando los europeos golearon 3-0, con un gol de Modric, y marcaron el adiós de Sampaoli. El otro duelo entre países también fue para el croata. Aquel ya mencionado de 2006, en el que Argentina cayó en un amistoso 3-2 con un gol de Messi y Lionel Scaloni como suplente.

Ahora es otra historia: una semifinal, un presente prometedor para ambos, con sus fortalezas, un sueño vivo que sería el moño de dos carreras exitosas, más allá de los 41 títulos del argentino por 29 del croata, o los 7 Balones de Oro de uno y el único del otro. Solo uno saldrá victorioso.