Reza el refrán que ‘muerto el perro, se acabó la rabia’. Y eso es lo que ha sucedido en la UD Las Palmas con Joel Domínguez. El club insular cortó por lo sano ayer, tras anunciar la rescisión del contrato del canterano. Hoy el propio presidente ha explicado que el club intentó ayudarle, pero que el futbolista no se ha dejado ayudar: «Por razones que desconozco, Joel ha decidido unilateralmente saltarse el régimen disciplinario del club».
El jugador, convocado para hacer la pretemporada, no fue citado para acudir a la concentración de Marbella. Una noticia que conoció un día antes de que el equipo volase. Al jugador, por lo dicho por el propio presidente, no le gustó esa maniobra: «Al jugador no le gustó la decisión del míster. Tenía que realizar una serie de sesiones en solitario con un entrenador personal que habíamos asignado para él. Pero no acudió a entrenarse en Barranco Seco ni se presentó con Las Palmas Atlético el miércoles. Sabemos que no está en la isla». Este acto de indisciplina ha sido el detonante.
Con la rescisión del jugador, el club quiere cerrar página: «Nadie es más importante que la UD Las Palmas. Joel Domínguez ahora forma parte de la historia del club, ya no tenemos que hablar de él. En la historia del club han pasado varios jugadores que no han sabido aprovechar su paso en la UD Las Palmas», ha sentenciado.
Nuevas disculpas por insultar a un periodista
Además, ha aprovechado el acto para volver a pedir perdón a Pablo Checa, redactor del Diario AS, por haberle insultado a través de una llamada telefónica: «Ya me disculpé con Pablo Checa y él aceptó mis disculpas. Me quedé a gusto, pero no lo debería haber hecho«, sentenció ante los medios de comunicación. Estas palabras llegaron después de acercarse al periodista, darle la mano y volver a pedirle perdón.