El nuevo ayuntamiento del Valencia ha empezado a dar pasos para intentar desbloquear las obras del nuevo estadio de Mestalla. La semana pasada se produjo el primer contacto entre representantes del club y del gobierno municipal, como adelantó Las Provincias. José Marí Olano, concejal de Grandes Proyectos -que será la cartera que se encargue del nuevo Mestalla y la persona que mantuvo dicho encuentro- confirmó en una entrevista en Valencia Plaza que ve cercana una solución, con «leves retoques» a la que quedó planteada por el anterior equipo municipal, aunque la quieren consensuar con el resto de los grupos representados en el consistorio.
Precisamente por esto, la alcaldesa María José Catalá confirmó este lunes que espera mantener un intercambio de impresiones con el resto de partidos –Compromís, PSOE-PSPV y Vox– para intentar llegar a un acuerdo sobre la hoja de ruta a seguir.
Es lógico que el Ayuntamiento mantenga reuniones con el Valencia, con la institución del Valencia
«Es más prudente por mi parte y además mucho más respetuoso hacer algo que no hicieron conmigo: y es que se enteren antes los grupos de la oposición que los medios de comunicación del contenido y del formato de las reuniones. Yo siempre pedí información y nunca me la dieron. Siempre pedí ser parte de la solución, nunca me invitaron a serlo y yo no voy a ser igual», expuso la alcaldesa de Valencia con carga de profundidad hacia PSOE y Compromís en la anterior legislatura.
Catalá explicó que es «lógico que el Ayuntamiento mantenga reuniones con el Valencia, con la institución del Valencia«, intentando hacer una separación conceptual del club y del máximo accionista, Peter Lim. Y recordó que en verano hubo reuniones por «una serie de licencias y salió publicada otra cosa», explicó.
Podría ser una solución dejar el viejo Mestalla, pero entonces ¿qué hacemos con el nuevo? ¿lo demolemos?
A preguntas de un periodista, Catalá no descartó inicialmente que el Valencia pudiera quedarse en el actual estadio de Mestalla, una posibilidad que en este momento resulta difícilmente viable desde el punto de vista legal y económico: «Podría ser una solución dejar el viejo Mestalla, pero entonces ¿qué hacemos con el nuevo? ¿qué hacemos con eso? ¿lo demolemos? Hay que dar una solución global, yo no digo que opte por ninguna concreta. Cuando se dice con añoranza, que la comprendo y la comparto, que el viejo Mestalla es un sitio estupendo hay que tener en cuenta que hay una sentencia judicial que hay que ejecutar sobre una grada y hay que tener en cuenta también que, si optáramos por esa opción, habría que ver qué hacemos con el Nuevo Mestalla. Ese es uno de los accesos principales a una ciudad que es la tercera capital de España que pretende ser la segunda y aquello bonito no está», afirmaba la alcaldesa.