
Se paseaba por las instalaciones de la sede de la selección pentacampeona del mundo, se daba gusto con las delicias de la comida brasileña, inocente, al parecer, del nuevo escándalo que lo está salpicando.
Carlo Ancelotti está disfrutando de su nueva aventura pero a la FIFA todavía no le cierra su fichaje como seleccionador de Brasil, por lo cual ha abierto una investigación formal.
Hay que decir que nada tiene que ver con el estratega sino más bien con la manera como se acordó su contratación.
Un lío gordo sacude a la CBF
Según el medio brasileño UOL, la FIFA ha pedido explicaciones a la Confederación Brasileña (CBF) por una comisión de 1,2 millones de euros que cobró Diego Fernandes, delegado por Ednaldo Rodrigues, destituido presidente de la CBF, para cerrar el fichaje del italiano.
Fernandes fue quien adelantó las reuniones con el DT y su entorno y estuvo presente no solo en las conversaciones sino incluso en el contrato mismo.
¿Qué no le cierra a la FIFA? Que Fernandes va a cobrar la millonaria comisión, aparentemente sin tener derecho a ello.
Hay que decir que, según el Artículo 11 del Reglamento de Agentes de la FIFA, solo aquellos que cuenten con una acreditación de la FIFA puede participar en fichajes de entrenadores y jugadores y, en esa medida, cobrar comisiones. Diego Fernandes, según ESPN y UOL, no es agente con licencia FIFA y por eso hay que explicar su participación y el cobro que hará.
La CBF tendrá que que enviar todos los detalles de la participación del intermediario antes del 4 de junio, un día antes del debut de Ancelotti en el partido Ecuador vs Brasil. ¿Está en peligro su designación? Probablemente no. Pero este caso Fernandes es una perla más en un escándalo que vive la CBF y que, lejos de apaciguarse, se enciende cada día.