El gran fichaje del Valencia esta temporada es el de Rafa Mir, que vuelve a casa tras siete temporadas desde su marcha y con mucha más experiencia a su espalda. Después del fracaso de Yaremchuk en Mestalla, el ariete español llega para ser la referencia junto a Hugo Duro con el fin de intentar devolver al equipo valencianista a posiciones europeas. Una pieza que Baraja anhelaba desde hace tiempo y que por fin tiene bajo sus órdenes.
El de Cartagena llegó a ser una de las grandes promesas del fútbol español e incluso estuvo en la órbita del Atlético de Madrid. Sus grandes temporadas en Primera División le sirvieron para ser uno de los delanteros más cotizados del panorama nacional, hasta que su situación en Sevilla empezó a cambiar y su papel pasó a ser casi residual en el conjunto de nervión.
Su mejor año como futbolista lo vivió en Huesca en la 20-21, justo después del ascenso, cuando disputó 39 partidos y anotó 16 goles. Le sirvió para fichar por el Sevilla, por una cifra cercana a los 16 millones y, aunque su primera temporada allí fue buena, sus números y participación han ido decayendo hasta buscar desesperadamente una salida que relanzara su carrera. Ahí apareció el Valencia, que ya estuvo a punto de hacerse con sus servicios el pasado mercado invernal y que finalmente ha conseguido incorporar al punta a sus filas en calidad de cedido.
Para Rafa, a sus 27 años, es una gran oportunidad de volver a ese nivel que le hizo destacar tanto. Junto al ‘Pipo’ Baraja, que ha podido sacar lo máximo de su plantilla, puede volver a encontrar buenas sensaciones sobre el césped y, sobre todo, acierto de cara a puerta. La 22-23 estuvo muy poco inspirado y ya la 23-24 completamente negado. Una cuestión de confianza que solo el tiempo y el rol, a priori importante, en el equipo pueden remediar.
Dupla con Hugo Duro: la gran esperanza del valencianismo
Hugo Duro fue el gran líder del Valencia junto a Pepelu. Sin embargo, la pareja con Yaremchuk no salió todo lo bien que le hubiera gustado al técnico valencianista. La situación del club es la que es y ante la falta de nuevas llegadas, la de Rafa Mir se antoja como la más ilusionante para una afición acostumbrada a la decepción en los últimos mercados. Si Hugo Duro mantiene su estado de forma y si Rafa Mir vuelve a ser el delantero que deslumbró a España, se podría formar una sociedad que genere muchos goles para el Valencia.
Hugo es un perfil más móvil, ágil e intenso. Su intensidad en la presión y capacidad para encontrar espacios hicieron que lograra ver puerta con asiduidad. En cambio, el de Cartagena es completamente diferente a él. Lejos de área se le ven más carencias, pero es el tipo de ariete que fija centrales y que tiene la meta rival entre ceja y ceja. Dos estilos muy complementarios que pueden aprovechar las virtudes del otro.
A Rafa le pueden ser útiles los movimientos de Duro y, además, ser la referencia en el área para las internadas por banda de Sergi Canós, Diego López o Fran Pérez. Por su parte, Duro puede estar más libre con el trabajo de Mir manteniendo ocupados a los centrales. Una dupla que promete mucho y a la que se agarra el valencianismo para otro año de ilusión dentro del estado de supervivencia constante que atraviesa el club.