Estamos ante la temporada que los atléticos llevan tiempo reclamando: inversión e ilusión a partes iguales. El Cholo tiene lo que quiere: Joao Félix ya no es del Atleti, se ha aligerado la plantilla de futbolistas intrascendentes como Söyüncü, Paulista y Memphis o de bajo rendimiento como Savic y Saúl o que generaban dudas en el futuro como Morata y Hermoso para traer a futbolistas del renombre de
Le Normand, Gallagher, Sorloth y Julián Álvarez
. ¿Es el año del Atleti? Pues podría ser después de esta inversión de 200 millones a falta de la posible guinda de Hancko.
Simeone prometió que cuando acabe el mercado de fichajes el 30 de agosto dará su opinión sobre si este Atleti puede aspirar a todo. Lo de la cuarta plaza suena a broma cuando el Atlético se ha reforzado como nunca para poder competir con el Real Madrid y el Barcelona.
Lo de quitarle la Liga al Madrid de Mbappé suena a casi imposible, pero no lo de competir como casi siempre han hecho los equipos de Simeone.
Es el momento de ver que el Cholo multiplique el valor de sus futbolistas, como ha hecho casi siempre, aunque contamos con algunas incógnitas:
¿Será Oblak ese portero que gana puntos?
¿Estará Giménez más tiempo lesionado que siendo clave en el centro de la defensa? ¿Bastará con Reinildo y Lino en el carril izquierdo?
¿Veremos más la versión argentina de De Paul o la atlética?
¿Tendrá gasolina Koke para toda la temporada?
¿Cuánto de importante será Gallagher a los mandos?
¿Cómo conectarán Griezmann, Sorloth y Julián?
¿Variará de sistema para jugar 4-4-2 o insistirá con el 5-3-2 de las últimas campañas?
¿Jugará para ser un equipo más alegre arriba o para fortalecer su sistema defensivo?
Muchas incógnitas para saber hasta dónde será capaz de llegar este Atlético
al que no le vale ya con agarrarse al objetivo de siempre. El tercero en discordia ha vuelto para elevar la exigencia y luchar por ser campeón. Sin excusas.
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