¿Por qué podría salvarse Bolivia de castigo en espionaje a Colombia?

La denuncia de Colombia fue explícita y contundente: Bolivia intentó espiar sus entrenamientos en Cochabamba y hay fotos e imágenes tomados por el dron de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) que lo prueban.

«Uno quiere entrenar con la discreción que se merece, y fue una ruptura a la intimidad del plantel lo que sucedió. Tenemos fotografiada la persona de todo, veremos cómo procedemos en estas horas», dijo el técnico Néstor Lorenzo.

Por ahora no hay una versión oficial a una infracción al reglamento que se especifica de manera directa y que de hecho la FIFA acaba de castigar con mucha firmeza en los Juegos Olímpicos de París 2024.

La FIFA sancionó por un año a la entrenadora de la selección femenina de fútbol de Canadá y parte de su cuerpo técnico, tras comprobar que había participado en el espionaje a las prácticas de Nueva Zelanda. Lo más duro es que las jugadoras fueron castigadas pues se les impuso una pérdida de 6 puntos, además de una multa de más de 200.000 dólares a la Asociación Canadiense de Fútbol.

¿Podría pasar lo mismo en este caso? Sí y no. En este caso obra la norma y la jurisprudencia contra otro tipo de posibles intereses.

¿Que pase tanto que no pase nada?

El técnico Lorenzo dijo que se analizan los pasos a seguir de parte de la FCF para buscar sanciones contra Bolivia en este caso. 

Según el abogado Andrés Charria, la decisión es clarísima: «deberían pedir una sanción basados en ese antecedente». Pero a veces no es tan simple… «En Conmebol no se pisan las mangueras», afirmó.

¿A qué se refiere? Vale decir que las decisiones en el ente rector del fútbol suramericano se toman como un cuerpo colegiado y es la razón por al cual hay tanta armonía en el manejo de las situaciones internas. Al tratarse las Eliminatorias de un torneo adscrito a este confederación, es la única que podría entrar a investigar y luego a sancionar y no la FIFA, que maneja directamente el torneo olímpico y por eso intervino en el caso de los Olímpicos de París directamente.
 
En aras de mantener esas buenas relaciones entre federaciones y sabiendo que no vendrá nadie a imponer castigos severos, es muy probable que la situación del espionaje, de llegar a comprobarse, termine en algún llamado de atención o multa menor, con lo cual el desarrollo de las Eliminatorias no se vería afectado.

¿En que basarse para pensar que esta vez puede que pase tanto que no pase nada? Charria recuerda un incidente reciente que, a la luz del reglamento, debió sancionarse, pero al final no pasó nada.

Recordó la gresca que protagonizó el presidente de la FCF, Ramón Jesurun, el día de la final de la Copa América, en el Hard Rock Stadium de Miami (derrota de Colombia por 1-0 contra Argentina).

El experto recordó que el Código Disciplinario de la FIFA es claro en imponer obligaciones de juego limpio,
lealtad e integridad a los protagonistas del espectáculo y que, para casos como el del directivo, quien fue detenido por la policía de Miami y apareció en fotos con el atuendo naranja que identifica a los reclusos en Estados Unidos, bien pudieron darse sanciones.

Dice el experto que se establecen «medidas disciplinarias» por «violar las normas básicas de la conducta cívica» y que «podrán imponerse medidas disciplinarias a toda persona que lleve a cabo acciones como «violar las normas básicas de la conducta cívica» o «insultar a una persona física o jurídica de alguna manera, especialmente mediante lenguaje o gestos ofensivos».

Las sanciones van desde llamados de atención a sanciones de hasta 10 partidos «por intimidar o amenazar a un oficial de partido… aunque la infracción se cometa fuera del terreno de juego», como en efecto pasó con el jefe del fútbol colombiano, pero no hubo ni castigos ni protestas de parte de otros dirigentes del fútbol sudamericano. 
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Por esa ‘solidaridad’ que es tan tradicional, puede suceder que Bolivia, por muchas pruebas que tengan los miembros de la Selección Colombia en Cochabamba, no termine siendo denunciada ni castigada. Acabaría sumando al folclor del fútbol en este lado del mundo y en el popular «¡juegue!».