
Al igual que las casas empiezan a construirse desde los cimientos, la mayoría de los equipos competitivos lo hacen desde atrás hacia delante. En un campeonato liguero existe una ley tácita: el que no recibe goles no puede perder, y eso se traduce en puntos. La progresión que está experimentando este Sevilla está alcanzando su pico más alto justo cuando afronta el último tercio de la temporada. Así se pudo comprobar en la victoria cosechada ante la Real Sociedad, donde los de García Pimienta ganaron 21 duelos aéreos defensivos y despejaron la pelota más de treinta veces. «Hemos sido solidarios defensivamente concediendo pocas ocasiones», destacó el técnico después del choque.
Con 27 fechas disputadas, el Sevilla ha dejado su portería a cero en nueve, cinco de ellas actuando de visitante. Es el cuarto club de LaLiga que más veces lo ha conseguido, superado únicamente por Atlético de Madrid (13), RealSociedad (12) y Real Madrid (10). En el último mes y medio, acumula tres partidos fuera de casa en los que no ha encajado ningún tanto (Getafe, Valladolid y Real Sociedad). Esta mejoría supone una de las grandes bazas para que ahora mismo sea uno de los conjuntos más difícil de tumbar de la competición liguera.
De menos a más
A pesar de sus buenos números de imbatibilidad, este Sevilla todavía figura como el décimo en la lista de los menos goleados de LaLiga (36). El motivo reside en la fragilidad defensiva al inicio del curso y las dianas recibidas de Barcelona, Atlético de Madrid y Real Madrid (17 en cuatro encuentros). Sin embargo, desde su derrota con el Leganés en Butarque a principios de noviembre, solo ha caído frente a los tres grandes y su solidez va en aumento. En este 2025 ha concedido nueve goles en su contra en nueve jornadas, cuatro de ellos ante el Barcelona.
Tras vencer a la Real Sociedad, Saúl valoraba la evolución en el juego del Sevilla: «Se ha visto un equipo maduro que ha sabido entender el partido». Este elogio cobra aún más relevancia en vista de la zaga tan joven que conforman Carmona, Badé, Kike Salas y Pedrosa. Los laterales han sido indiscutibles durante este año y los centrales atraviesan un buen momento de forma, favorecidos por un sistema que mejora cuanto más se repliega. Todo ello respaldado por la solidaridad de sus compañeros y la calma que, más allá del día del Mallorca, transmite Nyland. Parece que los sevillistas han encontrado la base de su crecimiento.