El cuarto Sevilla de Joaquín Caparrós parte con 36 puntos y tiene por delante algo más de un mes para escapar de la mediocridad. Siete jornadas restan de LaLiga EA Sports, siete puntos lo separan de Europa y siete mantiene respecto al descenso. Asimismo, su próximo compromiso liguero frente al Alavés será el séptimo en el Sánchez-Pizjuán desde que consiguió su último triunfo como local. «Partido a partido. Partido del Alavés. Tres puntos muy importantes, son los más importantes que hay en el campeonato», mentalizaba Caparrós en su presentación. El Domingo de Resurrección acogerá la primera de sus siete finales.
El Alavés aterrizará en tierras andaluzas con un punto por encima de la zona de peligro. Desde la llegada al banquillo de Eduardo Coudet, los babazorros conviven con esa presión y rinden mejor a domicilio. De hecho, en sus ocho salidas solo han caído ante el Barcelona. No es un rival que se le dé bien al Sevilla, que cuenta como derrotas sus tres últimos enfrentamientos con los vitorianos. Luego tocará visitar a Osasuna, un equipo en una situación parecida. Los hispalenses no ganan en El Sadar desde hace más de cuatro años. A priori, su siguiente cita debería ser más propicia contra otro que se juega la vida: el Leganés.
En la segunda semana de mayo, el Sevilla ya debería conocer cuál es su objetivo real esta temporada. Entonces afrontará dos duelos que podrían ser directos dependiendo del rumbo que tomen. En el primero viajarán a Balaídos para medirse al Celta, uno de los conjuntos más sorprendentes este año en el fútbol español y que ahora marca la frontera de las posiciones europeas. En el segundo recibirán a Las Palmas, otro club que seguramente continúe apurando sus opciones de salvar la categoría, por lo que no concederá lo más mínimo.
Caparrós habla con Kike Salas y Carmona en el entrenamiento.
Un final durísimo
Más le vale al Sevilla llegar a la 37º fecha del campeonato con los deberes al día, al menos por abajo. El calendario le depara dos partidos durísimos antes de acabar la Liga. El Real Madrid se plantará en Nervión sabiendo si aún le quedan posibilidades de pelear por el título (está a cuatro puntos del líder). Los sevillistas doblegaron a los blancos en la segunda etapa de Caparrós dentro de un contexto similar, siendo la penúltima vez que lo han logrado.
El final del curso para el Sevilla concluirá ante el Villarreal en La Cerámica, donde no gana desde 2017. Al igual que sucede contra el Madrid, la perspectiva cambiará mucho en función de los objetivos pendientes. Los amarillos buscan como poco asegurarse la quinta plaza que probablemente dé acceso a la Liga de Campeones, manteniendo un pulso con el Betis que hasta ahora parecen tener controlado. Sin embargo, antes de todo ello, el Sevilla de momento pone sus cinco sentidos en el Alavés.
Segundo entrenamiento
En la mañana del Martes Santo, el Sevilla ha completado su segunda jornada de trabajo semanal en la Ciudad Deportiva. El equipo se ha ejercitado con mucha intensidad a las órdenes de Joaquín Caparrós, que ayer lanzó sus primeros mensajes al vestuario, tal como se pudo apreciar en el vídeo que el club compartió a través de sus redes sociales. «Voy a ser muy exigente, ustedes tienen que creer y hasta bebiendo agua tenemos que estar compitiendo«, transmitía el técnico.
Sambi Lokonga se ausentó del grupo en la sesión matinal al realizar trabajo individual de regulación de carga. Los canteranos que han entrenado con el primer equipo han sido prácticamente los mismos que ayer: Alberto Flores, Álvaro Castrín, Ramón Martínez, Sergio Martínez, Diego Hormigo, Manu Bueno, Leandro Antonetti y Álvaro García Pascual. Al Sevilla le quedarán todavía cuatro entrenamientos más de aquí al domingo, cuando disputará la primera de sus siete finales.