
Roberto Olabe ha recibido de manos del presidente Jokin Aperribay la insignia de oro y brillantes de la Real Sociedad, como reconocimiento a su trabajo como director de fútbol en los últimos siete años, en los que con él como arquitecto del nuevo proyecto el club txuriurdin ha logrado el título de la Copa del Rey de 2020, las cinco clasificaciones seguidas para Europa y el ascenso del Sanse a Segunda división. El vitoriano decidió el pasado noviembre decir adiós este verano.
Olabe fue anunciado por la Real Sociedad como nuevo director de fútbol el 28 de marzo de 2018, aproximadamente un año después de su penúltima llegada a la entidad guipuzcoana, que dejó antes de lo previsto por desavenencias con Loren Juarros y Eusebio Sacristán, entonces director deportivo y entrenador, respectivamente.
Con ambos ya cesados, inició una nueva etapa de la Real contratando numerosos especialistas para trabajar en Zubieta, sobre todo en el primer equipo pero también en la base, y sus éxitos comenzaron a llegar pronto, por el prestigio que cogió con los fichajes de Álex Remiro, Martín Odegaard, Alexander Isak, Nacho Monreal, David Silva o Take Kubo, entre otros.
Entre el año sabático o un nuevo club
Con Imanol Alguacil de técnico, tras fallar la apuesta por Asier Garitano y Rubén de la Barrera, el título de la Copa del Rey de 2020 y los cinco pases a Europa seguidos, junto con el ascenso del filial a Segunda división con Xabi Alonso en el banquillo, fueron los principales logros durante su etapa que, como en el caso del de Orio, ha terminado cuesta abajo ya que las incorporaciones de los dos últimos veranos no han triunfado aún.
Olabe parece destinado a tomarse ahora un año sabático, como ya apuntamos en su día en MARCA, aunque su afición por trabajar y las ofertas que seguro recibe, por el prestigio que se ha ganado estas últimas temporadas, tanto por lo antes destacado al frente de la Real como en las charlas que hado en muchos lugares, le podrían llevar a iniciar un nuevo ciclo en otro club.