
Ustedes perdonen la primera persona, pero el otro día me dieron explicaciones sobre el hecho de que Álvaro Benito comentara durante un tiempo los partidos del Atlético.
Y tan cierto es que resultaban convincentes como que no hubieran hecho falta.
Porque daba gusto escucharlo.
Y sí, Álvaro jugó en el Real Madrid y de hecho es madridista. Y sí, seguramente escarbando en su trayectoria encontraremos una palabra a destiempo, un comentario que se pudo ahorrar o un gesto displicente. De eso encontraríamos en cualquier trayectoria, empezando por la propia.
Pero el asunto es que dibujaba los partidos. Los hacía fáciles. Permitía atender a lo que de otro modo se hubiese escapado.
¿Y a cuento de qué todo esto? De dos cuestiones…
La primera, el documental ‘Cicatrices‘, que en breve se estrenará bajo el paraguas de Informe Plus+ y que contempla el recorrido de un tipo que, por otra parte, tuvo que dejar el fútbol por las malditas lesiones, pero supo reinventarse a través de la música (y de esa colaboración con los medios a la que ya se aludió).
La segunda, esa extraña necesidad de que lo nuestro lo explique uno de los nuestros y no uno que lo explique bien. Está tan de moda el odio que incluso uno de los nuestros acaba pillando por no ser suficientemente de los nuestros, pero lo que no se admite de ninguna manera es uno de los que no son nuestros.
Porque hoy en día no se piden opiniones, se exigen adhesiones.
Así nos va.
English
Français
Español 



