El Sevilla no acaba de encontrar un atisbo de ilusión. Tras golear al Oviedo, se presentaba en dieciseisavos de final de la Copa del Rey con la posibilidad de soñar y pasar una Navidad apacible. No obstante, el Alavés necesitó lo justo para enviarlo de vuelta a casa, con el sabor amargo de una eliminación tan prematura como poco sorprendente. Otro varapalo más en el conjunto hispalense, atrapado en estos tiempos de austeridad que dictan su realidad deportiva.
Alavés 1-0 Sevilla: resumen y goles Copa del Rey
Por segundo año consecutivo, el Sevilla no es capaz de alcanzar los octavos de final de la Copa del Rey. «El partido fue bastante parejo. Esta clase de eliminatorias se define por pequeños detalles», explicó Matías Almeyda con cierta resignación. A diferencia de la pasada campaña, en la que hizo el ridículo ante el Almería, esta vez al menos cayó con dignidad en el único duelo entre clubes de Primera División; no pueden decir lo mismo Oviedo, Espanyol, Girona, Mallorca, Levante, Celta o Villarreal, aunque ello no consuele absolutamente a nadie.
La montaña rusa de irregularidad en la que vive el Sevilla le impide llegar lejos en torneos de todo o nada. Y eso que la falta de recursos ha encontrado respuesta en jóvenes como Andrés Castrín y Oso, que rinden cuando menos igual que el resto de la plantilla. Pero resulta todavía más complicado si este equipo no logra voltear ningún marcador adverso. Su única remontada del curso fue con el Toledo, en la primera ronda de Copa, una competición de la que se despide hasta la próxima edición.
«Hay que ir con los pies sobre la tierra y ya enfocarnos definitivamente en el torneo y en lo que buscamos nosotros», recalcó Almeyda después de la eliminación en Copa del Rey. El Sevilla debe centrarse exclusivamente en asegurar cuanto antes la permanencia en la Liga. Solo entonces podrá pensar en luchas de mayor enjundia. Para ello será determinante el mercado de enero, en el que los nervionenses tienen la necesidad tanto de seguir saneando las cuentas con una gran venta como de reforzar el equipo.
La siguiente parada del Sevilla le llevará este sábado al Santiago Bernabéu. Pase lo que pase contra el Real Madrid, cerrará 2025 como mínimo con los mismos puntos que llevaba a estas alturas de la temporada anterior. A partir de ahí le tocará aprender de sus errores recientes con el fin de liberar presión y permitirse soñar con algo más.
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