El mercado invernal se creó como una oportunidad extra para que los clubes pudieran remendar carencias pendientes en verano, una ventana que normalmente se utiliza para pequeños cambios y retoques, pero el Granada está obligado a realizar una reconstrucción parcial de la plantilla para evitar el descenso.
Así lo reconoció el propio Alexander Medina tras la última y dolorosa derrota ante el Sevilla, en un partido donde se mostró de forma descarnada el déficit que arrastran los andaluces en ciertas posiciones. «Estábamos buscando refuerzos en todas las líneas», aseveró el uruguayo, necesitado de incorporaciones que le permitan cambiar el rumbo de un equipo a la deriva.
Estábamos buscando refuerzos en todas las líneas
Allá por el mes de agosto, la portería, con Raúl Fernández y André Ferreira, se antojaba como uno de los puestos mejor cubiertos, aunque la realidad con el transcurrir de las jornadas ha resultado ser bien diferente. El vasco ha estado lastrado por problemas físicos, mientras que el luso ha estado lejos de su nivel, mostrándose inseguro en casi todas sus intervenciones. Con este panorama, los rojiblancos ya rastrean el mercado, sobre todo el de Segunda, en busca de un guardameta de garantías.
La defensa, con 40 goles en contra, ha sido un drama desde la primera jornada, algo a lo que ha contribuido las lesiones de Rubio, Torrente y Vallejo. La llegada de dos centrales es una de las prioridades de Matteo Tognozzi, que peina Sudamérica para satisfacer las peticiones del ‘cacique’ Medina.
La falta del fichaje de un pivote defensivo fue uno de los grandes agujeros que se detectó en verano, aunque el club no quisiera admitirlo en su momento. Los nazaríes intentaron la llegada de Paul Akouokou procedente del Betis, pero la operación no cristalizó. Ahora, los granadinos buscan un perfil similar que sea capaz de añadir solidez a la medular.
Arezo, goles desde Uruguay
Tras una inversión millonaria por Lucas Boyé, el Granada confiaba en Samu para completar el ataque, pero la inesperada marcha del atacante y la imposibilidad de dar salida a Weissman dibujó un panorama poco alentador, como así se ha confirmado.
Matías Arezo, que ya se despidió de Peñarol tras concluir su cesión, retornará a Granada para intentar ganarse un hueco, que aún no tiene garantizado. Además del posible retorno del uruguayo, el Granada pretende la incorporación de otro goleador.
En esta interminable carta a los Reyes Magos, los rojiblancos también podrían incluir un extremo más que eleva la competencia ante la irregularidad mostrada por Uzuni y Bryan en las últimas jornadas. En total, seis o siete refuerzos que en la planta noble de Los Cármenes esperan que sean la solución a los males que padece el equipo.