El Betis regresó de su visita al Estadio de Gran Canaria con una sensación más agria que dulce. Más allá de valorar el punto cosechado ante Las Palmas a domicilio, la percepción en el ambiente era de oportunidad perdida porque, una vez más, el equipo de Pellegrini fue mejor sobre el césped y generó ocasiones de gol más que de sobra para haberse llevado los tres puntos. Pero como ocurrió el lunes frente al Mallorca, la omnipresente figura de Giovani Lo Celso no fue suficiente.
El centrocampista argentino lideró a los verdiblancos y se convirtió en una auténtica pesadilla para el equipo de Luis Carrión. En el tiempo añadido de la primera mitad, asistido por Assane Diao, marcó su cuarto gol en cuatro jornadas. Un tanto que parecía ser el comienzo de la remontada bética frente a un rival con poco fútbol y una defensa frágil a la que los heliopolitanos lograban superar, generando opciones para marcar, con relativa facilidad.
Unas estadísticas espectaculares
Sin embargo, las intervenciones de Cillessen, un remate que la defensa sacó bajo palos, un disparo a la madera de Bakambu, un clarísimo penalti no señalado y, sobre todo, la mala puntería de los atacantes béticos impidió al Betis regresar a casa con la tercera victoria de la temporada. No pudo el equipo de Pellegrini sacarle partido a la actuación de Lo Celso, quien una vez más dejó unos registros espectaculares porque a su gol añadió tres pases clave, 13 duelos ganados de 18 y un pleno de cinco de cinco en pases largos.
El internacional albiceleste, que logró su tercer MVP consecutivo, tocó el balón 71 veces en el Estadio de Gran Canaria con un sensacional 91% de acierto en el pase (40 de 44). Remató dos veces a puerta, completó dos regates de cuatro intentos y recibió hasta seis faltas de la zaga amarilla. Unos números que acompañó con una movilidad constante por prácticamente todo el campo, como refleja su mapa de calor, robando incluso algún balón en la frontal de su área para impedir acciones peligrosas de los grancanarios.
Giovani sigue creciendo con el paso de los partidos y adaptándose al funcionamiento del equipo de Pellegrini. A su buena conexión con Fornals, con quien se entiende de maravilla entre líneas desde el primer día, une una rápida asociación con Abde cuando cae a la banda izquierda y la búsqueda de balones en profundidad hacia los delanteros, Assane en el caso de ayer. En cuatro partidos suma los mismos goles que en las dos temporadas anteriores. Ahora sólo necesita que el acierto de sus compañeros le acompañe.