El Rayo Vallecano sigue sin encontrar la fórmula. Esa fórmula que hizo soñar a Vallecas las dos temporadas anteriores y que de la mano de Francisco sigue sin llegar. Un equipo en el que apenas han entrado cromos nuevos, pero en el que muchas de sus estrellas parecen haberse apagado este curso.
Con uno de los onces más ofensivos que podía plantear Francisco, el almeriense dejó claro desde el inicio en la pizarra que el objetivo era la de salir a por la victoria y a por un Celta que llegaba herido por las circunstancias. Juntar el talento de Unai López y Trejo sumado al de Isi y Álvaro García, además de un RDT que recuperaba la titularidad tras tres partidos sin jugar en Liga, pero después de estrenarse en Copa. Una autocrítica que llega al propio vestuario rayista, en boca de un Isi que reconoció que la pólvora que tuvo el curso pasado la ha perdido de raíz.
A pesar de que el Rayo las tuvo, sólo un excelso Guaita lo evitó, el gol se volvió a resistir para una Franja que no encuentra la regularidad. La obsesión por ver portería de los delanteros se ha convertido en un mal endémico para este Rayo, al que la clasificación y los fallos de los de abajo sigue dejando la salvación muy de cara. Pero los datos no engañan y Vallecas echa de menos esa sensación de ser un equipo ‘Matagigantes’ y obligar a casi cualquier visitante a venir con la idea de sufrir.
Y es que para encontrar la última victoria en casa para los de Francisco hay que retroceder hasta el 15 de septiembre ante el Deportivo Alavés. Un solo triunfo que empobrece el buen hacer como visitante en el inicio de la temporada, con sendas victorias de manera consecutiva ante Granada y Almería. Pese a todo, el Rayo acumula 20 puntos en 16 jornadas, unos números más que solventes para pensar en esa meta de mantenerse en Primera División una temporada más.
Tercer empate consecutivo sin goles
Con el logrado ante el equipo comandado por Rafa Benítez, el Rayo repitió ante el Celta el mismo resultado cosechado en las dos últimas temporadas en casa. 270 minutos sin ver un gol de un lado y de otro, pero con sensaciones muy distintas en las tres citas disputadas. Por delante, ahora le espera al Rayo la visita a Pamplona, con apenas 72 horas para digerir el empate, el duelo ante Osasuna se presenta vital para acabar con buenas sensaciones este 2023.