
ADiego Martínez se le ha agotado el crédito y los argumentos. Solo dos victorias ha conseguido Las Palmas en la segunda vuelta y la salvación está cada vez más lejos. Tanto es así, que la UD ha llegado a las últimas jornadas dependiendo de los resultados de sus rivales. Pero Diego Martínez seguirá siendo el entrenador de la UD Las Palmas, a pesar de que todos los factores están en su contra. La derrota ante el Rayo Vallecano, pero sobre la forma de perder, hizo reflexionar a la directiva. El primer impulso fue el de despedir al entrenador, pero el aspecto económico frenó esa vía. Martínez fichó hasta final de temporada con opción a una más si conseguía la salvación, por lo que la rescisión del gallego supondría el pago de una cantidad cercana al millón de euros. Una solución inviable.
Según adelanta La Provincia, la directiva trató de romper ese vínculo de forma amistosa con el entrenador, pero Martínez se ha negado. Admite sentirse con fuerza para conseguir el objetivo: «Nosotros no nos rendimos». Esa fue su última frase pública del entrenador. Lo hizo antes de abandonar la sala de prensa, dejando a los periodistas con la palabra en la boca. La pregunta no podía ir mejor dirigida. El periodista le había cuestionado por la posibilidad de que la junta directiva se reuniese para hablar sobre el futuro del entrenador.
Una reunión que se produjo y que dejó la conclusión de que el equipo lo cogiera un técnico interino. Un escenario que no se verá. La negativa del entrenador a marcharse deja la situación como está: con Diego Martínez tocado el violín mientras el barco se hunde.