
Regeneración y cimientos fueron dos de las palabras más utilizadas por Antonio Cordón en su presentación ayer ante los medios como director de fútbol profesional del Sevilla. Una declaración de intenciones desde un discurso sosegado y realista impulsado por sus años de experiencia y sus buenos resultados en anteriores clubes de fútbol.
El pacense sabe dónde viene y a lo que viene. Ha pedido espacio y tiempo para hacer lo que se le da bien, dotar de cimientos a un «elefante arrodillado en sus dos patas» como es el Sevilla para que se levante con fuerza y pueda sostenerse en las cuatro. Apuntalar la casa «antes de empezar a decorarla». No ha llegado a Nervión solo para firmar jugadores. De hecho, Cordón echó el freno cuando le preguntaron por nombres propios, posibles fichajes y salidas. Paciencia, un bien que poco se mueve en el planeta fútbol. El verano es muy largo y «las cuestiones de jugadores no se van a definir hasta el mes de agosto y los últimos diez días«.
Otra de sus premisas es construir un equipo con hambre y compromiso. Y no se refería solo a la plantilla. Cordón quiso darle su sitio a todos los trabajadores del Sevilla, «desde el que abre la barrera, la lavandería, el que está en el césped…». «Ese es mi equipo», aseguró. Defiende la ‘marca Sevilla’ y afirma que nadie le ha pedido que «venda antes del 30 de junio». La situación económica del club no le preocupa y cree, además, que el tiempo le dará la razón con Matías Almeyda, el técnico que se ajusta al actual momento de la entidad hispalense.
Lo único que no cambia en este nuevo salto al vacío es la directiva. «El día que crea que no estoy capacitado, lo dejaré», dijo Del Nido Carrasco esta semana en su balance del curso pasado. Cordón le echó un cable en su presentación: «Me ha sorprendido muchísimo el presidente del Sevilla con el trabajo que tiene. No he visto un presidente que trabaje más que el presidente del Sevilla. He estado trabajando con muchas personas y me ha sorprendido, sinceramente».