El jugador del Valencia Thierry Rendall recibió el alta médica esta semana. Atrás quedaron diez meses de recuperación de una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que sufrió el 27 de octubre de 2024, en un lance fortuito con Alderete en el partido ante el Getafe. “Intento quitar el pie para no recibir la segunda amarilla y, en ese movimiento, la rodilla me fue hacia dentro y escuché un sonido”. Abandonó el estadio con muletas y con la esperanza de que igual no era algo tan grave. “El día que el doctor me dice la gravedad de la lesión fue muy difícil hablar con mi familia, amigos y explicárselo”, explica el jugador del Valencia en una entrevista en los medios oficiales del Valencia.
El futbolista portugués se operó el 4 de noviembre en el Hospital Sāo Francisco de Oporto. Después de un tiempo de reposo en Portugal regresó a Valencia para iniciar la fase dura de recuperación en la ciudad deportiva de Paterna. “Fue complicado, tanto que le dije a mi mujer que volvía ya a Valencia. Yo quería estar con mis compañeros”.
El día que el doctor me dice la gravedad de la lesión fue muy difícil hablar con mi familia
Y durante este tiempo, de dobles y triples sesiones –algunas con un dolor físico difícil de soportar- hay un momento que no olvidará nunca en el cuarto mes de lesión. “Estaba en casa haciendo trabajo extra después de entrenar. Tenía muchas molestias en la rodilla y que empecé a llorar solo en casa. Y tengo los espejos en el gimnasio y me miro y me digo: “¿Por qué lloras? Yo sé que voy a conseguir volver a jugar al fútbol. Me miré al espejo y vi una persona que tiene que seguir luchando a pesar de todas las adversidades”.
Thierry Rendall, el día de la lesión ante el Getafe.
Estaba haciendo trabajo extra después de entrenar. Tenía muchas molestias y que empecé a llorar solo en casa
No fue el único día que lloró el lateral valencianista en estos largos diez meses de recuperación, a pesar de que le advirtieron de que le vendrían altibajos anímicos.
«Entrenando o haciendo fisio aquí en el club me venían las lágrimas igual porque ha sido muy muy duro la recuperación y recuerdo cuando volví el primer mes, Rai, que es el fisio que me ha tratado muchas veces, me decía: ‘Tití tienes que tener en tu cabeza que tu recuperación va a tener días así [mueve al brazo hacia arriba], días así [mueve el brazo hacia abajo]”. Y yo le decía, ‘no, no mi recuperación va a ser así [mueve el brazo hacia arriba]. Y la verdad es que tenía mucha razón. Mi recuperación hacía así [arriba], o un bajón gigante, volvía a subir, volvía a bajar gigante…”.
Iba a cenar con mi mujer y, tras levantarme de la silla, no podía caminar y yo me preguntaba que cómo iba a volver a jugar
En estos diez meses a Thierry Rendall le ha pasado de todo por la cabeza. Y tiene recuerdos que en su momento le minaron el ánimo. “Había días que me levantaba y no podía caminar. Iba a cenar con mi mujer y, tras levantarme de la silla, no podía caminar y yo me preguntaba que cómo podía volver a jugar si me pasaba eso en un restaurante”. Y ahora se alegra de todo el tiempo invertido y de toda la ayuda que recibió del personal médico y de readaptación del Valencia: “Fue un trabajo en equipo, fisios, readaptadores, médicos… fuimos hablando y viendo cómo respondía mi cuerpo, no pusimos plazo de vuelto. Cuando me fui de vacaciones pusimos el objetivo de volver a finales de septiembre. Cuando volví, mi rodilla había ganado un plus. El trabajo mental también ayuda en este tipo de recuperaciones. Al iniciar con trabajo con balón en el césped, comencé a venirme arriba porque la sensación fue muy buena. Mucho mejor de lo que creía”.
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